No huyas de mi amor (Spanish Edition) by Dreams Kelly

No huyas de mi amor (Spanish Edition) by Dreams Kelly

autor:Dreams, Kelly [Dreams, Kelly]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Kelly Dreams
publicado: 2014-06-22T22:00:00+00:00


CAPÍTULO 8

No dudó en bajar su boca sobre la de ella y acallar sus protestas. Su cuerpo la aprisionó contra el colchón, impidiéndole moverse, dejándole la única opción de entregarse a él. Gimió al sentir la suavidad de su boca, sus labios se entreabrieron tímidamente permitiéndole incursionar en el interior. En la posición de completa sumisión en la que la mantenía, sin permitirle movimiento alguno, poseía todo el control. Su boca ordenaba y exigía una respuesta que Charlie le devolvió al instante. El cálido aliento se mezclaba con el suyo, sus lenguas se tocaban una y otra vez reconociéndose, retrocediendo ella cuando él avanzaba.

—¿Pretendes que me aleje de ti después de todo lo que me costó conseguirte? —jadeó a la puerta de sus labios. Sus manos cedieron permitiéndole moverse sobre la cama, recuperando una posición más cómoda mientras le presionaba la cintura y volvía a tomar su boca en breves y húmedos besos—. No renunciaré a ti, Charlie, ve acostumbrándote a ello.

Ella gimió en su boca, su cuerpo se ciñó al suyo, encajando como dos piezas de un perfecto puzle.

—Si es necesario renunciar a todo lo que poseo para conservarte y que dejes de pensar en tonterías, lo haré sin dudar. No me importa vivir debajo de un puente mientras te tenga. —Abandonó sus labios y empezó a dejar pequeños besos y mordiscos por su rostro, ascendiendo hasta la oreja y deteniéndose en el lóbulo, chupeteando el pendiente en forma de bola que lo adornaba—. Pero tú vivirás conmigo, formarás parte de mi vida ahora y siempre. Eres mía, pequeña paisajista, toda mía.

Ella gimió, ladeando la cabeza, estremeciéndose y apretando la pelvis inadvertidamente contra él.

—No digas… estupideces —gimió en respuesta.

Él se rio por lo bajo.

—Charlie, no he dejado de cometer toda clase de estupideces desde el momento en que te cruzaste en mi camino —aseguró robándole un nuevo beso—, y bendita sea esa clase de estupidez.

Sus manos le moldearon los pechos por encima de la blusa, acariciándole los pezones ya erectos con los pulgares, en un delicioso e interminable tormento destinado a su completa rendición. Ella no permaneció quieta, sus manos se perdieron al mismo tiempo por el interior de su camisa, uno por uno los botones fueron cediendo a las prisas e incluso perdió alguno por el camino.

—Esto es una completa y absoluta locura —musitó ella, sus labios mojados e hinchados por sus besos lo encendieron aún más. Su pene duro y dispuesto se apretaba contra el blando vientre a través del confinamiento del pantalón.

Gruñó, la deseaba, ardientemente y no tenía ganas ni tiempo para sutilezas.

—Pues disfrutemos de la locura.

Enganchó los dedos en el escote de la blusa y tiró de la tela haciendo que los botones saltasen mientras esta cedía.

—¡La madre que te…! ¡Era mi blusa favorita!

Bajó la boca entre sus pechos y la besó, mordisqueándola y lamiéndola.

—Te compraré otra, una docena de ellas… —masculló contra su piel.

La devoró con la mirada, comiéndosela centímetro a centímetro, deslizó las manos sobre los muslos desnudos y la acarició con premeditada lentitud mientras lamía la suave piel existente entre la uve de sus pechos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.