Macho Beta by Carlos Otondo

Macho Beta by Carlos Otondo

autor:Carlos Otondo
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9789563386097
editor: Editorial Forja
publicado: 2022-12-20T23:07:06+00:00


19

Veintinueve años, diez meses

TVN. El tercer guionista había sido una de las mascotas de Zoolo TV, y tenía experiencia con disfraces corpóreos, quién diría que tres años más tarde triunfaría como comediante en Viña. Al editor periodístico se le ocurrió que teníamos que dificultar el camino a las familias y un animal, algo así como un gorila, podría frenarlas mientras sacaban cosas. El guionista se fue al departamento de vestuario y volvió vestido como gorila.

Empezamos la grabación de nuevo y los Muñoz nuevamente sacaron muchas cosas. Un solo gorila no alcanzaba a dificultarlos porque eran cinco contra uno. Decidieron seguir con el show y yo partí calladito a vestuario. Me puse otro disfraz de gorila y me fui directo al estudio sin avisarle a nadie.

De repente había, inexplicablemente, dos gorilas en la casa. Me saqué la máscara para que me vieran en el switch y me la puse de nuevo cuando volvimos a grabar. Ahí teníamos controladas a las familias y empezó a funcionar la dinámica.

Me imaginaba qué dirían mis bullys de infancia si me vieran vestido de gorila con un delantal. Me hubieran sacado la cresta, seguro, o quitado el traje y me lo hubiesen robado. No sé.

El programa comenzó a atreverse más y empezamos a hacer cosas más jugadas, lo que nos trajo un montón de problemas legales. A una familia la mandamos a hacerse pasar por pilotos al aeropuerto, solo tenían que hacer una entrada al estilo “Atrápame si puedes”, pero se trataron de meter al área internacional y terminaron presos en Pudahuel. Un PDI les preguntó a qué avión iban y la respuesta del papá: “Al más grande”, no convenció a la policía.

A propósito de presos, mandamos a una familia como fugitivos a correr por Santiago. Iban esposados con las manos atrás y el chaleco reflectante de imputado. Su prueba final era subirse al carro de Carabineros del Costanera Center. Lo hicieron y los detuvieron ahí mismo. Carabineros nos dijo que podrían haberles disparado a matar, ya que eran fugitivos a sus ojos, jamás pensaron que se trataba de una broma. Comprensible.

Llegó diciembre y el programa empezaba a cerrar su temporada. Con el otro guionista teníamos más que dominada la casa. Los gorilas eran los reyes del departamento. Yo me empecé a disfrazar encima del traje de gorila, un día como señora que hacía el aseo, otra vez como ejecutivo, y así.

Esos días empecé a salir con la que sería mi mujer por casi seis años, la Fran, y por fin descubrí lo que era pasear en pareja, por qué a la gente le gusta hacer picnics en el Parque Bicentenario y le empecé a encontrar la gracia al Barrio Lastarria.

Nos sentamos nuevamente en la oficina del productor ejecutivo para empezar a discutir qué programa hacer después de la Familia más Loca. Yo tenía una idea y me daba un poco de miedo tirarla, pero lo hice igual.

Propuse un programa de presos. Acá veríamos a los presos recién liberados siendo tentados con los mismos crímenes por los que cayeron a la cárcel.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.