Laitale by Ana Morales

autor:Ana Morales [Morales, Ana]
La lengua: eng
Format: epub
ISBN: 9781463324322
editor: Palibrio
publicado: 2012-07-28T00:00:00+00:00

Capítulo 6

“TRANS-FUSIÓN”

“¿Cómo cuántos días llevo sin poder dormir bien? Tres, tal vez cuatro, más los acumulados antes del incidente con Dylan”

Ya habían pasado varios días después de eso. Me había quedado con la incertidumbre de saber si había quedado algún resentimiento entre nosotros. Pero por el contrario Evan regresó al primer rayo de luz del día siguiente, con el pretexto, de querer saber cómo seguía mi mano. Aquella mañana fue especial.

Me alegraba que fuera doctor – y que por fin hubiera confesado que sí lo era- cosa que no me sorprendió en lo absoluto. Revisó minuciosamente mi mano, descartando fracturas y cualquier cosa que pudiera perjudicar mi salud. Para mi fortuna sólo eran moretones y leves contusiones, nada grave. Para fortuna de Dylan también.

Sabrá el universo que hubiera hecho Evan si hubiera sido lo contrario, no era un hombre agresivo, en lo absoluto, pero el fuego que ardía en sus ojos y quemaba en sus palabras, cada vez que amenazaba en contra de quien atentara contra mi vida, me hacía estremecer. Se me hinchaba el corazón, pero me estremecía pensar que algo malo le hubiese sucedido a Dylan.

-Las emociones humanas son inestables- murmuraba Evan aquel día, en referencia a Dylan. Colocando una cinta especial en torno a dos de mis dedos, sólo por si acaso.

-Yo también soy terrestre ¿Recuerdas? – rebatí, sus ojos se posaron dulces sobre los míos. La luz de Ekeshne entró por la ventana, haciendo bailotear los destellos verdes y violetas sobre su tersa piel.

-Tú eres mejor que eso. Mejor que cualquier cosa- susurró tomando mi rostro entre su mano. Me olvidé de respirar. Como sucedía cada vez que me tocaba, cosa que era cada vez más frecuente y fluida.

Me sentí derrotada, aunque se podía llamar alago – y viniendo de él era algo más que eso- Había algo más allá que me molestaba, me hería, aunque no fuese su intención.

-Él no es tan malo como piensas-

-Yo sé que no- sonrió compasivo. – Eres adorable Elle. Tan comprensiva.- Suspiró. Me tomó un momento comprender sus palabras.

-En algún momento creí que era lo opuesto a eso- musité. Frunció el ceño, y meneó la cabeza en una negación.

-Lamento haberte confundido antes. Ellian, hay algo que quiero decirte.- Su mirada me derretía y el corazón me apuñalaba las costillas.

-¿Qué pasa Evan?-

-Yo, no sé si podré soportar un momento más sin ti. No saber de ti, me mata. Yo puedo comprender si temes a mi apariencia, podré soportar tu disgusto, incluso tu rechazo, pero por favor no me pidas que me aleje de ti, porque no sé si podré.- Mi corazón brincó de un lado a otro, quería salir disparado hacia él. ¿Qué tema a su apariencia? Al ser más bello que han visto mis ojos ¿Debería temerle? Definitivamente él no tenía sus cualidades en claro. En la Tierra seguro traería un séquito de mujeres detrás de él. Pero eso qué importaba, de igual forma lo quería, con o sin ojos felinos. Hacía vibrar cada fibra de mi ser, de mi alma.

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