La tregua by Primo Levi

La tregua by Primo Levi

autor:Primo Levi [Levi, Primo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Biografías y Memorias
ISBN: 9788496333772
editor: www.papyrefb2.net
publicado: 2011-04-02T22:00:00+00:00


Hacia el norte

En los pocos días que tuvimos que estar en merinka nos vimos reducidos a la mendicidad; en aquellas condiciones no tenía en sí misma nada de especialmente trágico si lo comparábamos con la perspectiva, mucho más grave, de la inminente partida hacia un destino desconocido. Privados como nos veíamos del talento improvisador de Gottlieb nos había afectado de lleno la potencia económica superior de los «rumanos», los cuales podían comprar cualquier mercancía cinco veces, diez veces más cara que nosotros, y lo hacían, porque también ellos habían agotado sus reservas alimenticias, y también ellos intuían que íbamos a partir hacia un lugar donde el dinero iba a contar muy poco y donde iba a ser difícil conservarlo.

Estábamos acampados en la estación y nos adentrábamos con frecuencia en terreno habitado. Casas bajas, desiguales, construidas con un curioso y evidente desprecio de la geometría y de la norma: fachadas que estaban casi alineadas, paredes que eran casi verticales, ángulos que eran casi rectos; pero aquí y allí alguna pilastra que imitaba una columna, con pretencioso capitel de volutas. Frecuentes tejados de paja, interiores oscuros y manchados de humo en los que se entreveía una enorme estufa central con los jergones de paja para dormir encima, y los iconos negros en un rincón. En una encrucijada cantaba un cantor callejero, gigantesco y canoso, descalzo: miraba al cielo fijamente con ojos apagados, y de vez en cuando inclinaba la cabeza y se persignaba con el pulgar. En la calle mayor, clavado a dos listones hundidos en el suelo fangoso, había un tablero de madera en el que estaba pintada Europa, ya desvaída por los soles y las lluvias de muchos veranos. Debía de haber servido para seguir los partes de guerra, pero había sido pintada de memoria, como vista desde muy lejos: Francia era claramente una cafetera; la península Ibérica una cabeza de perfil, con la nariz que sobresalía de Portugal; e Italia una verdadera bota, una pizca oblicua, con la suela y el tacón rectos y lisos. En Italia estaban señaladas sólo cuatro ciudades: Roma, Venecia, Nápoles y Dronero.

merinka era un gran pueblo agrícola, lugar de mercado en otros tiempos como podía deducirse de la vasta plaza central, de tierra apisonada, con numerosas hileras paralelas de barras de hierro apropiadas para atar a ellas los animales por el cabezal. Ahora estaba totalmente vacía: sólo en una esquina, a la sombra de una encina, había acampada una tribu de nómadas, visión conservada de milenios lejanos.

Hombres y mujeres estaban cubiertos por pieles de cabra, atados al cuerpo por correas de cuero: llevaban en los pies calzado de corteza de abedul. Eran varias familias, una veintena de personas, y su casa era un carro enorme -macizo como una máquina de guerra, hecho de vigas a duras penas rectangulares y empotradas unas en otras-, apoyado sobre poderosas ruedas de madera maciza: tenía que costarles trabajo arrastrarlo a los cuatro caballones lanudos que se veía pacer un poco más allá. ¿Quiénes eran, de dónde venían, adónde



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.