La rosa de Middleton by Patricia García Ferrer

autor:Patricia García Ferrer [García Ferrer, Patricia]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2021-07-12T00:00:00+00:00

Capítulo 12

18 de junio de 1877.

Middleton, Inglaterra.

Grace Westworth no pudo más.

Le extrañó la falta de preocupación de su tía por sus sentimientos que hasta la fecha no se había dignado a preguntarle por los motivos de la ruptura de su enlace o a cómo se encontraba su corazón que le habían destrozado y enfadado al mismo tiempo. Su tía estaba más preocupada por salvaguardar el prestigio del apellido familiar que en alcanzar la felicidad plena para su sobrina. Grace estaba enfurecida.

Apenas había tenido tiempo para pensar en el significado de sus palabras. Salieron como un resorte de su boca y en el momento en que quedaron pronunciadas fue consciente de su importancia, pues todos los asistentes a la velada la observaban con los ojos abiertos. Los Abbey, los Rogers, su padre, su hermana, su tía e incluso el propio Thomas Rogers estaban desconcertados.

La presión de su tía, la clara evidencia de que todo el mundo hablaba a sus espaldas y rumoreaba sobre los motivos de la ruptura y la percepción que ahora los demás tendrían de ella fue demasiado para la joven Grace Westworth. No pudo más.

No deseaba que otro hombre le rompiera el corazón, pero precisamente por ese motivo, el matrimonio con Thomas Rogers era tan apetecible: ningún sentimiento los ligaba.

Si no había sentimientos entre ambos, no podría salir dañada. Viviría una vida tranquila en su nueva casa, siendo libre, disfrutando de la música, de su jardín y de los paseos en la alameda junto a su hermana menor. Nadie se atrevería a comentar sobre la lamentable señorita Westworth.

¿Acaso estaba loca por aceptar su petición? Era posible, pensaba Grace Westworth para sí, pero por otra parte, por primera vez en su vida, las dudas e indecisiones que siempre dominaban su mente se esfumaron. Lo tuvo claro. Quería ser libre y que le dejaran ser feliz.

Cada uno haría su vida, se respetarían y nada podría reprocharse. Thomas Rogers era un hombre decente, de buena familia y con buen corazón. Cuidaría de ella.

En ese momento, tía Beatrice bajó los hombros y se acomodó tranquila en la silla. Todos los demás invitados dejaron los cubiertos sobre la mesa y esperaron mirándose los unos a los otros a que alguno dijera algo en respuesta al comentario de Grace Westworth.

Grace buscó a su ya prometido con la mirada para que pudiera salir en su rescate. Había metido la pata, pues sabía que el señor Thomas todavía no había extendido su intención de solicitar su mano al señor Westworth pero como era un caballero respondió. Este le devolvió la mirada de forma intensa y con cierto reproche.

—Es cierto, queridos invitados, la señorita Westworth y yo hemos decidido contraer matrimonio esta misma temporada.

Por su parte, el señor Westworth, que hasta ese momento no había llegado a creerse el arrebato de su hija, se quedó bloqueado cuando fue confirmado por su ahijado. Cuando superó en un primer momento el impacto de la noticia, se relajó. Se sorprendió a sí mismo en el hecho de que le parecía una buena opción.

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