La revelación by Ariana Godoy

autor:Ariana Godoy
La lengua: spa
Format: epub
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2023-03-05T02:56:59+00:00

XXIV

Lloro silenciosamente sobre el hombro de mi hermano; él no me aparta, pero se queda quieto.

—Lo siento —murmuro. Nadie puede entender cuánto lamento la muerte de nuestros padres. Puedo imaginar cómo se sintió él—. Lo siento mucho, Milosh.

Quiero quedarme abrazada a él más tiempo, pero mi hermano se aparta, manteniendo la cabeza baja y evitando mirarme.

—¿Milosh?

Cuando su mirada se encuentra con la mía, veo las disculpas en ella.

—Tengo que hacerlo, lo siento.

Me empuja contra el árbol y siento su cálido aliento en mi cuello.

—Milosh… ¿Qué…? —No me deja terminar y entierra sus colmillos en mi piel. Ya estoy débil, no puedo perder más sangre, pero no lucho contra él. Esta es la única forma en la que puede ver mis recuerdos y confirmar mi inocencia. Mi sangre me abandona y se vuelve parte de él, dejándome más débil. Cierro los ojos, luchando con la sensación de entumecimiento.

Cuando me suelta, caigo al suelo, pero trato de no perder la consciencia. Al levantar la mirada hacia él, veo la sorpresa en sus ojos verdes. La lluvia cesa finalmente. Él se gira sosteniéndose la cabeza con ambas manos para luego golpear un árbol, agrietándolo.

—Milosh…

Levanta la mano en un gesto para que me quede callada.

Intento levantarme, pero es difícil. Me siento y apoyo la espalda contra el árbol. El suelo está empapado, lleno de barro y hojas. El viento helado mueve las ramas de los árboles y el cabello mojado de Milosh. Él aprieta los puños, sin desviar la mirada. Le doy tiempo, lo necesita. Sé que no es fácil aceptar lo que acaba de ver en mis recuerdos.

Los rayos iluminan el lugar por un segundo y luego mi hermano comienza a alejarse sin decir una palabra.

«No…».

—¡Milosh! —grito, pero él no se detiene. Utilizando lo que me queda de energía, me pongo de pie y lo sigo tambaleándome—. ¡Milosh, espera!

Se detiene de espaldas a mí; mis rodillas se rinden y caigo en el suelo, sintiendo el barro frío en mis piernas.

En silencio, mi hermano se acerca a mí a grandes zancadas, me levanta del suelo y me carga sobre su espalda. Lo rodeo con las piernas y los brazos y entonces comienza a correr a una velocidad impresionante; sé que vamos a mi escondite.

El viento sopla el aroma de Milosh directamente en mi cara. Estoy muy sedienta, así que no puedo dejar de mirar su cuello. El olor de su sangre es diferente a cualquier otra que haya olfateado antes.

Corre en silencio durante minutos que me parecen años. Cuando estamos a pocos metros de la guarida de mi clan, para y me deja en el suelo.

—Gracias —digo, pero él ni siquiera me mira antes de irse. Tal vez necesita tiempo para asimilar lo que acaba de descubrir, o tal vez no quiere saber nada de mí.

Cuando me quedo sola, empiezo a caminar despacio para salir del bosque. Pronto veo la playa. Está vacía, enormes olas llegan a la orilla. Necesito sangre urgentemente. No puedo evitar pensar en la de Shadow, en su aroma dulce y poderoso.

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