La magia de ser tú by Christine Cross

autor:Christine Cross [Cross, Christine]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-05-25T00:00:00+00:00

Capítulo 17

Malena

Revisé de nuevo el papel y sacudí la cabeza.

—Oliver, no estás prestando atención. —Lo miré, intentando averiguar qué le sucedía. Algo imposible, puesto que no era capaz de leer nada en su rostro. Le quité el ejercicio que había estado respondiendo, sin éxito, y me crucé de brazos—. Llevas inquieto desde el domingo. ¿Se puede saber qué te pasa?

Él dejó escapar un resoplido, se recostó contra el respaldo de la silla y se pasó la mano por el cabello. Luego comenzó a hablar en inglés a una velocidad que solo me permitió captar la situación general.

—That is all —concluyó. Soltó una bocanada de aire como si se hubiera descargado de un enorme peso.

—A ver si lo he entendido: Amanda y su padre quieren que tu hermano se case con esta. —Lo vi asentir. Recordé que me había comentado algo al respecto cuando fuimos a ver el estudio de arquitectura—. Ralph no quiere hacerlo, y por eso el señor Rodd quiere presionarlo y le ha retirado su apoyo financiero.

—Además, ha convencido a varios clientes para abandonar el negocio —escupió con rabia, por suerte esta vez en español—; y sin dinero para pagar por el alquiler del edificio, Scott y él se quedarán fuera del negocio.

—Vaya, eso es un poco rastrero por su parte. ¿Cómo te has enterado de todo?

—El domingo —contestó con sequedad—. Fui en búsqueda de Amanda y le pregunté, pero ella no sabía todos los datos. Solo le interesa convertirse en marquesa.

Le di unas palmaditas en el brazo para tranquilizarlo, aunque yo misma estaba indignada. ¿Cómo podía un hombre intentar arruinar a otro solo para lograr que su hija se casara? Se suponía que vivíamos en una civilización moderna, pero lo que Oliver me había contado bien podía formar parte de la trama de cualquiera de las novelas de romance histórico que solía leer. Además, forzar un matrimonio no era la manera de garantizar el amor. La idea de ver a Ralph casado con esa bruja de Amanda me revolvió el estómago. Sin embargo, no quise pensar demasiado en ello, porque no tenía ningún derecho a sentirme molesta, aunque lo estuviera. Así que cambié de tema.

—¿Cómo puede haber hecho eso el señor Rodd? Quiero decir, debe tener algún poder para influir en los clientes.

—Es el dueño del banco más importante de Truro. Controla las principales fortunas de Cornualles y el edificio del estudio será su posesión a causa de un préstamo.

Parecía tan frustrado que comprendí que estaba preocupado no solo por su hermano, sino también por Scott. Una duda comenzó a rondar mi mente.

—¿Y Ralph no puede pagar la deuda con su dinero? —comenté, echando un vistazo alrededor, a la amplitud de la casa, los costosos muebles, las impresionantes obras de arte.

—Scott es muy orgulloso —gruñó.

—¿Y qué vas a hacer? Porque estoy segura de que has pensado en algo.

Oliver asintió con una seca cabezada.

—Lo que se me da bien, la publicidad y mis contactos. Pero antes… —Alzó y bajó las cejas de forma repetida y me pregunté qué estaba tramando—, tú y yo vamos a robar.

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