Irresistible propuesta by Joana Marcús Sastre

Irresistible propuesta by Joana Marcús Sastre

autor:Joana Marcús Sastre
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788416942350
editor: Nova Casa Editorial
publicado: 2017-08-04T00:00:00+00:00


Capítulo 20

Llamada

Pasé los canales, uno tras otro, sin encontrar nada que me gustara. Era sábado por la noche, así que se suponía que la gente estaba disfrutando en cualquier lugar con música y amigos, mientras que yo me tumbaba en el sofá, bajo una gruesa manta, y miraba la televisión con aburrimiento. Apoyé la cabeza sobre mi puño y bostecé perezosamente.

—Me voy —anunció mi madre desde la cocina.

—¿A dónde vas?

Esa conversación debería ser al revés, pero, de alguna forma, me había convertido en la madre de mi madre.

—Con Bob —me dijo, simplemente.

Bob era uno de sus amantes. El mejor. Él la obligaba a tomar sus pastillas y no la dejaba beber. Asentí.

—Pues, adiós.

Escuché sus pasos desde la cocina hasta el salón, donde cogió su abrigo y las llaves, justo antes de echarme un vistazo.

—No volveré hasta mañana por la tarde, he cogido mis medicamentos, no beberé. Tienes la comida en el horno y...

—No es la primera vez que te vas, mamá, sé apañármelas sola —espeté.

La escuché suspirar y como cerraba la puerta principal, murmurando algo sobre hijas desagradecidas o cosas así. Pero no estaba de buen humor para pedirle disculpas, ella me había hecho sentir peor miles de veces, no iba a disculparme por algo de lo que no me arrepentía.

Una melodía llegó a mis oídos y contesté a mi móvil sin mirar quién era.

—¿Sí? —respondí secamente.

Escuché el silbido del viento de fondo, acompañado de unos jadeos que se mezclaban con el ruido de lluvia cayendo con fuerza. Fruncí el ceño al no escuchar respuestas. Esperé unos segundos en los que no escuché nada nuevo.

—¿Hola? —insistí.

De repente un gemido ahogado se escuchó desde el otro lado.

—He hecho algo malo, Jessica —murmuró la voz rota y ronca de Scott, entre jadeos y maldiciones.

—¿Scott? —me sorprendí, levantando las cejas.

—Él me dijo que estaría bien... —seguía murmurando.

—¿El qué?

—No... No quiero decírtelo.

Fruncí el ceño, ¿qué tono de voz era ese? Era como si estuviera borracho. Probablemente lo estaba. Y, por la lluvia que escuchaba, estaba solo en medio de la noche y el aguacero, borracho y llamándome.

'No deberías preocuparte, no es cosa tuya', me dije.

—Estoy... —jadeó—… Estoy en la puerta de tu bloque.

—¿En mi puerta?

¿Debería ir? ¿O debería ser egoísta como había sido él y quedarme en casa mirando cualquier programa malo en la televisión?

Desgraciadamente, yo nunca había sido egoísta, y no empezaría ese día.

Salí corriendo de casa y llamé al ascensor. Esperé unos segundos hasta que me di cuenta de que no bajaría lo suficientemente rápido como me habría gustado. Bajé las escaleras. ¿Y si le pasaba algo? Estaba borracho, ¡podía hacer cualquier tontería! Cuando llegué al portal me acordé de que estaba lloviendo, y yo iba descalza, con una camiseta de manga corta holgada y unos pantalones cortos también. La piel se congeló al instante al salir fuera. Mi pelo empezó a gotear mientras buscaba con la mirada a Scott, pero no lo veía por ningún lado.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.