Incubación 2, La. La infestación by Ezekiel Boone

Incubación 2, La. La infestación by Ezekiel Boone

autor:Ezekiel Boone
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9786075273433
editor: Editorial Océano


Institutos Nacionales de la Salud,

Bethesda, Maryland

Melanie reinició el video japonés. En la sala de juntas se encontraban únicamente ella, Dichtel, Nieder, Haaf y Julie Yoo. Había despachado a la sargenta Faril y a los demás vigilantes, guardias, asistentes de laboratorio y otras personas que iban y venían por los corredores de los Institutos Nacionales de la Salud. Muchos parecían incómodos con que ella se hubiera apoderado de un piso entero del edificio, ¿dos pisos tal vez? Puede ser que más: los soldados, guardias y personal auxiliar tenían que estar en alguna parte y era probable que se hubiesen apropiado de espacio adicional, aunque eso no era problema suyo. Había sólo cuatro unidades de biocontención de este nivel en todo el maldito país: una en el Hospital de la Universidad de Emory en Atlanta, otra en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska, otra más en Missoula, Montana, y la de aquí. Y como Melanie se hallaba fuera de la Universidad Americana, el edificio del INS en Bethesda era un simple reemplazo, así que lo sentía mucho por las personas que se sentían excluidas. Tenía demasiadas cosas que hacer, como dilucidar qué diablos era lo que veía.

El video fue reducido a un par de minutos con subtítulos que traducían los escuetos comentarios y datos en la pantalla. Ninguno de ellos significaba mucho por sí solo: la temperatura y la humedad no le decían gran cosa a Melanie. El sujeto con el traje contra materiales peligrosos y los científicos que supervisaban todo desde el laboratorio hablaban —o maldecían— de cuando en cuando y su diálogo aparecía en caracteres blancos que exponían la traducción en la pantalla.

—¿Es fiel esa traducción? —preguntó Melanie y miró a Julie Yoo.

—Sabes que no soy japonesa, ¿verdad? —repuso Julie.

Si Melanie no estuviera tan cansada ella misma se habría golpeado, ¡qué vergüenza!

—No me mires a mí —dijo Laura Nieder—. Soy camboyana, aunque vía el estado de Georgia y después Nueva Jersey. Hablo con cierta fluidez el español y puedo insultar en italiano, pero no sé una pizca de japonés.

—Yo hablo un poco el idioma —terció el doctor Mike Haaf—, soy muy aficionado al anime —Melanie lo miró fijamente y él tartamudeó un poco—. Hasta donde sé, es una traducción exacta.

Vieron que la cámara montada en el casco del explorador avanzaba, cruzaba la mal iluminada sala cubierta de sacos de huevos, rodeaba el pilar de bultos blancos que bloqueaban la vista y llegaba hasta el gigantesco capullo vibrante y reluciente que llenó la pantalla. La seda era traslúcida y la luz irradiaba al exterior como una lámpara por la piel. Unos puntos negros resbalaban por la superficie del capullo — porque eso es lo que parecía, más que un saco de huevos—, lo cual les dio una noción de la escala de lo que contemplaban. Todos habían visto a las arañas y sabían que si parecían monedas de diez centavos en la superficie de la vaina de seda, el capullo debía ser inmenso, del tamaño de una cama king



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.