El verano que me llevó a ti: Premio literario Amazon 2019. Una novela lgtb sobre amores de verano. (Spanish Edition) by Patricia Reverté Villar

autor:Patricia Reverté Villar [Reverté Villar, Patricia]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2019-07-30T03:00:00+00:00

Capítulo

Tras otra noche de dar mil vueltas en la cama y a mis pensamientos, me levanté temprano, así que Marcos seguía durmiendo a pierna suelta. Me daba mucha envidia su tranquilidad. Bajé, encontrando a todos los adultos en pie. Estaban preparando la mesa para el desayuno. Me puse a ayudar antes de sentarme.

—¿Qué haremos para el cumpleaños de Marcos? —preguntó Jesús.

—Fiesta en casa, ¿no? —indicó Lucía—. Con sus amigos por aquí se lo pasará bien. Les encanta la piscina. Sólo hay que hacer una buena comilona y preparar una buena tarta.

A mí me estaba agobiando la idea de estar con los amigos de Marcos, simplemente porque eso incluía a Laura. Lo siguiente fue pensar en que podía hacerle un regalo. Quedaban dos días para la fecha, así que, en cuanto pude, subí a la habitación cogí el móvil y miré qué le podría comprar que le gustara y que me lo mandaran en veinticuatro horas. Sin ideas, miré alrededor, viendo que tenía un par de libros de astronomía en el escritorio, dándome una idea de lo que debía buscar. Al final compré algo que esperaba que le gustase.

—¿Qué haces? —me preguntó cuando salió del baño tras una ducha.

—Nada —indiqué, apagando la pantalla—, sólo curioseaba algunas webs de noticias.

—Ya… —dijo sin creerme—. Si estabas mirando porno puedo pirarme —bromeó, sonriendo con picardía.

—¡¿Qué…?! ¡No! No estaba… Oh… —Me avergonzó tanto que no podía ni hablar.

Marcos rió divertido. Me posó la mano sobre el hombro y me acarició con ternura.

—Perdona, me resulta imposible no tomarte el pelo. —Se inclinó a mi lado y me dio un beso en la mejilla—. Es una tentación demasiado grande. Aunque ahora quiero saber si ves esas cosas.

«¡¿Por qué?!», pregunté en mi cabeza. De verdad me habría gustado preguntarle el motivo de esas indirectas, porque me agobiaba no resolver el motivo de esa tensión que había entre los dos. O era cierta o eran imaginaciones mías y lo de Marcos sólo eran bromas. ¿Qué opción sería la correcta?

Marcos se tumbó en su cama. Miró su teléfono y contestó a varios mensajes. Yo abrí mi portátil y revisé mi correo.

—Mm… —suspiró.

—¿Pasa algo? —pregunté curioso.

—Jorge volverá antes de las vacaciones; llegará esta noche.

—Está bien… —musité, mostrando desinterés, disimulando mis verdaderos sentimientos.

La verdad era que me molestó, y mucho, pensar en que Marcos volviera a escaparse con Jorge. Estaba celoso y ni me daba cuenta, sólo sentía el malestar apretándome en el estomago.

—Aún no ha llegado y ya me está pidiendo quedar. No tiene remedio…

Me hice el sordo. No era de mi incumbencia. Marcos era libre de ir con quien quisiera. Me lo repetí muchas veces, pero eso no hacía que se me pasara la molestia.

—¿Te apetece salir esta noche? —me preguntó.

Ni me paré a pensar en que se podía haber dado cuanta de mis celos.

—No —sentencié en tono tajante. Me encontraba mal por la opresión de mi pecho y estómago.

—¿Te ha molestado algo? —preguntó, conociendo la respuesta o, por lo menos, creyendo que la sabía.

—No. Es que no me encuentro muy bien —susurré.

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