El verano que lo derritió todo by Tiffany McDaniel

El verano que lo derritió todo by Tiffany McDaniel

autor:Tiffany McDaniel [McDaniel, Tiffany]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Fantástico
editor: ePubLibre
publicado: 2016-01-01T00:00:00+00:00


16

Canté del Caos y la eterna Noche.

JOHN MILTON, El paraíso perdido, III, 18

Agosto llegó. Un ama de casa hospitalizada por un golpe de calor. Una residencia de ancianos trasladada en autobús al pueblo de al lado. Un pimiento en la boca. Otra vaca muerta. Otra mosca posada. Una mujer que se cortaba el pelo; cortes refrescantes, los llamaban. Un arrebato de furia. Un bebé que lloraba, pero al que no se oía con el ruido de los ventiladores. Dovey dada de alta en el hospital y de vuelta en casa. Un aparato de aire acondicionado pateado. Dovey yendo a las reuniones de Elohim. Otro cubito de hielo derretido. Otro granjero que maldecía. Escasez de agua. Otis que se quedaba en casa y desmontaba la cuna. Pozos que se secaban. Un hombre que vomitaba la comida porque hacía un calor infernal. Agosto llegó.

Y a principios de mes, la noticia de la ola de calor que afectaba a Breathed llegó a todo el país como una frase larga que se niega a sucumbir a un punto.

«Achicharrante», decía el Chicago Tribune, mientras que el Boston Globe tildaba el pueblo de «horno tórrido». El San Francisco Chronicle era como un teléfono en contacto con meteorólogos que echaban la culpa a la reducción de la capa de ozono, mientras que en el Omaha World-Herald escribían profusamente sobre los campos yermos y los granjeros que se arrodillaban al perder sus cosechas.

El Indianapolis Star incluía una cita de un ecologista que estaba convencido de que el ganado que moría y la plaga de moscas eran el preludio de nuestras enfermedades, mientras que el Miami Herald situaba Breathed en lo más alto de la lista de los diez peores sitios en los que pasar las vacaciones de verano.

Luego estaban los artículos no tan centrados en el calor como en Sal y en lo que llamaban su «delirio diabólico». El Columbus Dispatch citaba a un destacado psiquiatra que ofrecía un diagnóstico resumido de la esquizofrenia infantil, mientras que el Washington Post brindaba una descripción detallada de la terapia y los milagros de la medicina moderna empleados para tratar ese desorden.

El pastor baptista entrevistado por el Clarion-Ledger restaba importancia a cualquier veredicto tomado del vocabulario médico y afirmaba que Sal era un energúmeno, una persona poseída. El pastor iba todavía más allá y aseguraba que estaría encantado de llevar a cabo un exorcismo al estilo de Misisipi; a cambio de un pequeño donativo, claro está.

Otros periódicos como el USA Today prestaban especial atención a la raza de Sal, y sus artículos eran comentarios extraídos de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano y Al Sharpton. Para ellos, Sal no era más que un niño negro que autodenominándose el diablo encarnaba las afirmaciones del hombre blanco.

No había tantos periodistas que acudiesen a Breathed como artículos escritos sobre el asunto. La mayoría telefoneaban o recurrían a sus compañeros de profesión y se centraban en los temas comunes del calor y la raza. Los que sí venían al pueblo casi nunca se quedaban más de un par de días.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.