El poli que duerme en el coche, la periodista en paro y las cajas que pesan demasiado by Clara Tiscar i Castells

autor:Clara Tiscar i Castells [Tiscar i Castells, Clara]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2014-12-31T16:00:00+00:00

Te pillé

Álex sabe que Sara ha mentido, ni siquiera se ha esforzado en disimular, le ha dicho lo que él quería oír igual que hace un niño con su madre para que le deje tranquilo. Pero él no piensa dejarla tranquila. Sara puede estar en peligro y él no va a permitir que le pase nada. En el fondo también siente algo de curiosidad por la investigación, aunque como policía no pueda hacer mucho, puede hacer mucho más de lo que le ha reconocido a Sara. Pero no quiere hacerlo, eso no estaría bien y es peligroso. No hace falta correr peligro si puedes evitarlo.

Sara sigue por la autopista a buena velocidad, conduce bien, él lo sabe y ya sabe donde va por lo que no la sigue demasiado cerca. Ella cambia de autopista, dirección Zaragoza. Sale de la autopista en Lleida, sigue por una carretera comarcal hacia el norte, dirección Balaguer. No llevan más que un par de horas en coche, las cuatro siguientes son las peores, ya sabe lo que le espera.

Continuarán por esa carretera durante una hora y media más o menos hasta llegar a Sort. Luego se desviarán hacia Vielha, pero antes entrarán en el Parque Natural, que es donde se pierde la carretera. Ni siquiera sale en los mapas. El pueblo fantasma de Sara está un par de horas más arriba por la pista forestal y a partir de allí el camino es mucho peor, casi no se puede pasar con el coche entre los árboles. Le sorprende mucho que el ladrón tomara ese camino, Álex ha buscado la casa en Google y no ha encontrado ni la carretera.

A la 1 llega a la zanja. El coche de Sara está allí. Él ha ido un poco más lento que ella y cree que ella debe estar llegando a la casa, piensa hacer la subida corriendo, aunque no ha visto a nadie siguiendo a Sara no es algo que descarte, podrían perfectamente haberle puesto un dispositivo GPS en el coche para seguirla.

Deja su coche al lado del de ella y pasa la zanja por el lado más estrecho, como ya va siendo una costumbre.

Está dispuesto a echar a correr cuando algo le golpea por la espalda. Los sentidos de Álex se ponen en alerta máxima, separa las piernas, flexiona las rodillas, cierra los puños y se prepara para atacar.

—¡Te pillé! —dice Sara a su espalda con voz sonriente.

—¡Sara! —grita él relajándose—. Qué mal poli soy si me has pillado siguiéndote.

—No te he visto, pero sabía que estabas ahí —dice ella y le guiña un ojo.

—¿Cuál es el plan? —pregunta él, ya no hay marcha atrás, va a por todas.

—Primero encontrar mis llaves —dice ella con cara de preocupación—. Siempre las guardo en el coche y no están. Es posible que con los nervios las dejara en la casa. No lo sé.

—Las metiste en el coche, yo lo vi —dice Álex empezando a andar montaña arriba.

—Mierda —dice Sara y trota un poco para llegar a su lado, siempre le cuesta seguirle.

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