El padre de tus hijos by Daniel Gascón

El padre de tus hijos by Daniel Gascón

autor:Daniel Gascón
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 978-84-397-4180-0
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2023-04-21T11:32:25+00:00


Es que es increíble, dice Marta.

Yo no sabía que nos conocíamos. No sabía que era el cónsul.

Bueno, no te preocupes. Ya verás como Jesús dice que él lo sabía.

Se ríen. Marta está contenta, satisfecha. Se ha mandado el vídeo al móvil, y lo repasan mientras cenan un bocadillo en un bar que hay cerca de la redacción. Lo han visto muchas veces.

Marta se levanta para pedir dos cervezas más. En el fondo no sabe bien por qué, pero él también se alegra de haber conseguido hablar con la excursionista. Ve el vídeo sin sonido, porque se sabe la entrevista de memoria: la excursionista hablando despacio, explicando cómo en tres ocasiones vio el helicóptero de rescate e intentó llamar su atención. Llevaba unas barras de cereales, una manzana y algo de agua, pero no las racionó. Aunque se torció un tobillo, consiguió llegar hasta un riachuelo.

No parece especialmente contenta. Lo cuenta todo con un estilo meticuloso, formal, notarial.

Dice que en las excursiones sigue a su marido, y que no quiere volver a la montaña en un tiempo.

¿Pensó que iba a morir?

Pensé que había encontrado mi destino, responde.

En realidad, lo bueno empieza ahora, le dice a Marta cuando regresa con las dos cervezas.

Sí, dice Marta. En cuanto vuelva a casa.

Que se fueran todos sin saber si estaba viva o muerta es muy fuerte.

Sí, pero, si lo piensas, ¿hasta cuándo tenían que quedarse?, dice Marta.

Se ríen.

¿Cuánto tiempo te habrías quedado tú?, pregunta Marta.

No lo sé. Pero ¿no habrías venido a buscarla luego?

Quién sabe.

Imagina una escena siniestra: cómo el marido decide des­hacerse de ella en la montaña. Quizá no lo pensara antes de ir. Simplemente se le presentó la oportunidad, como si fuera una película de Chabrol.

Ella dice:

Y tú ahí, mientras le grabábamos un canutazo, sin decidirte a saludarle o no. Qué cabrón.

Marta se ríe. Nunca la había visto tan relajada. En ese momento, también le parece atractiva.

Salen del bar y pasan caminando por delante del edificio de la televisión. No sabe si van hacia otro bar, no han dicho nada. Es una zona de calles anchas por donde no pasea nadie. Cruzan el río hacia las luces de la ciudad; se ha levantado un poco de brisa. Hablan de otros temas que Marta está preparando, pero él tiene la sensación de que lo importante de la conversación es lo que no se dicen. Al final, se decide.

Creo que me voy para casa.

Se despiden con dos besos en las mejillas. Es la primera vez que lo hacen.

Bueno, descansa, dice él.

Tú también.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.