El otro mundo by Henry Chancellor

El otro mundo by Henry Chancellor

autor:Henry Chancellor [Chancellor, Henry]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Juvenil, Aventuras
editor: ePubLibre
publicado: 2010-04-30T16:00:00+00:00


Una traición necesaria

El sendero que discurría entre las imponentes rocas rojas era estrecho y silencioso. Teniendo presente lo que había dicho Jerónimo, Tom y Pearl no se separaron de él, rozando las lisas paredes rojas con los hombros conforme recorrían los diversos pasadizos, adentrándose en el laberinto. Era fácil entender cómo podía alguien extraviarse allí, porque todas las rocas rojas parecían idénticas, pero Jerónimo no vaciló ni una sola vez: sabía exactamente dónde los conducía. Por fin, emergieron por un pequeño túnel a un pasadizo recto y más ancho que el resto que parecía discurrir a todo lo largo del laberinto.

—Aquí hay muchos grabados —dijo el muchacho, señalando la avenida—. ¿Queréis que os los enseñe? .

—Esto… bueno —respondió Pearl, mirando las lisas paredes de sendos lados, que le parecieron muy similares a las del resto de pasadizos por los que habían pasado—. ¿Dónde están?

Jerónimo miró el sol, que estaba volviendo a asomar por detrás de una nube.

—Un momento, ahora veréis.

Sacándose un espejito del bolsillo, lo frotó enérgicamente contra sus sucios pantalones cortos y corrió hasta el extremo del pasadizo.

—¡Mirad! —gritó, inclinando el espejito para que reflejara la luz del sol en la pared.

De pronto, lo que antes era una superficie roja lisa se había llenado de intrincados grabados, resaltados por el haz de luz.

—¿Lo veis?

Tom sonrió y le indicó que sí levantando el dedo pulgar. Jerónimo le hizo una seña con la mano y mantuvo el espejo en la misma posición mientras Tom y Pearl iban hacia él, inspeccionando la pared.

—Es increíble —dijo Pearl, pasando los dedos por los protuberantes ojos de peces y aves—. ¿Qué crees que significa?

—Debe de ser una historia —respondió Tom, examinando las procesiones de hombres de aspecto primitivo y canoas—. Mira, aquí hay un escarabajo cambiante —observó, reconociendo la silueta del insecto grabada en la piedra.

—Y un hombre, bajo tierra. Y un volcán —dijo Pearl, señalando lo que parecía ser una montaña estallando—. A lo mejor ya ha pasado antes.

—A lo mejor.

—¿Os gusta? —preguntó Jerónimo cuando llegaron al final del pasadizo—. Es la historia de Tith. Y la historia de los karnaka. De cómo se creó el mundo. Mi pueblo hizo todo esto, hace muchos años —dijo con orgullo—. Sigue durante mucho rato. ¿Queréis que os lo enseñe?

Tom y Pearl se miraron, incómodos.

—Es… es impresionante —dijo Tom—, pero el caso es que tenemos un poco de prisa.

—Más que un poco, me temo —añadió Pearl, sonriendo.

Jerónimo intentó disimular su decepción.

—¿Por qué tenéis prisa? ¿Qué problema hay?

—No hay ningún problema, exactamente —comenzó a decir Pearl, y entonces se lo pensó mejor—. Vale, de hecho, sí hay un problema, uno grandísimo. Para todos nosotros. Para ti también, Jerónimo.

—¿Para mí?

Pearl asintió con la cabeza. Respiró hondo. No había una forma fácil de decir aquello.

—Mañana va a haber un terremoto. Tithona va a hundirse en el mar.

Jerónimo los miró como si estuvieran locos.

—¿Tithona? —resopló—. No os creo. ¿Cómo lo sabéis?

—Simplemente, lo sabemos.

—Nos lo dijo sir Henry —explicó Tom—. El sabe estas cosas. La ola de esta mañana solo ha sido la primera fase.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.