El olor del bosque by Hélène Gestern

El olor del bosque by Hélène Gestern

autor:Hélène Gestern [Gestern, Hélène]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, historica
editor: 13insurgentes
publicado: 2020-02-25T16:00:00+00:00


94

Hospital de Barle-Duc, 21 de enero de 1916

Querido Anatole:

No sé por qué milagro sigo con vida. Hace dos días, Vidalies envió a nuestro batallón a recuperar una lengua de tierra que los alemanes habían conquistado el día anterior. Apenas habíamos dormido tres horas, después de dos días en el frente. A pesar de todo, atacamos alrededor de las seis. En el estado en que nos encontrábamos, todos sabíamos que nos encaminábamos hacia la muerte.

Nos lanzamos fuera de la trinchera entre aullidos. En unos minutos, dos tercios del batallón yacían en el suelo. A Lagache le arrancó la mitad de la cara el disparo de un soldado que estaba tirado en el suelo y vi al pequeño Richard doblarse en dos antes de caer de bruces. Un oficial alemán pasó a mi lado, corriendo en zigzag y sujetándose el vientre abierto con las manos.

Cuando comenzaron los obuses, solo me dio tiempo a meterme en un agujero mientras les gritaba a los muchachos que aún permanecían en pie que hicieran lo mismo. Después, la tierra tembló a mi alrededor. Me desperté con la boca, la garganta y los ojos llenos de tierra. Estaba enterrado, y me creí muerto.

Gallouët excavó con las manos desnudas en el lugar en que se distinguía la punta de mi bayoneta, y me cargó en su espalda hasta la trinchera. Él también estaba herido, le habría dado tiempo a morir diez veces bajo los disparos enemigos.

La batalla se ha saldado para mí con dos costillas rotas y una herida en el muslo. Parece que he tenido suerte. Pero me despierto todas las noches con el recuerdo de la tierra en la boca y de mí en aquella tumba.

Lagache, nuestro pobre compañero, no murió, pero me pregunto si no habría sido mejor. Vidalies, esa escoria, ha sobrevivido. ¿Y sabes qué es lo más gracioso? Pues que los alemanes recuperaron al día siguiente esa posición que ganamos a costa de tanta sangre derramada. Ya ves qué buen oficio nos obligan a ejercer.

Sinceramente tuyo,

Alban



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.