CIUDADANOS 2 by Simon Schama

autor:Simon Schama [Schama, Simon]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 1989-01-01T05:00:00+00:00

tener nuestra propiedad, que nos permita subsistir con un poco de pan humedecido con nuestras lágrimas y nuestro sudor, pero desde hace un tiempo ni siquiera podemos gozar de esta felicidad… la última corteza de pan nos fue arrebatada, de modo que nos hemos visto despojados incluso de nuestras esperanzas en relación con el futuro; la desesperación y la muerte son nuestro único recurso, pero vuestra [del rey] voz paternal ha escuchado la voz de nuestros corazones y nos ha llevado a saltar de alegría.

Le Montat estaba en el fondo de una de las regiones más áridas del suroeste del Macizo Central. Ocupaba el centro del pays de petites cultures, y era una región donde excesivo número de personas competían por el suelo estrecho y escaso, y donde centenares de miles de personas habían renunciado a trabajar como medieros en su parcela de terreno montañoso, y se habían convertido en peones nómadas sin tierra. Pero en el pays de grandes cultures, donde las parcelas eran más grandes, los cultivos comerciales destinados a los mercados urbanos más usuales, las comunicaciones mejores, la tierra más fértil y los rendimientos de los cultivos más abundantes, muchas quejas eran las mismas. Y precisamente porque en estas regiones (como la Isla de Francia, el Beauce, el Valle del Loira, la Flandes francesa y el Artois), los campesinos se encontraban en mejor situación, con parcelas mayores y un atisbo de educación, sentían más intensamente las amenazas que representaban para su nueva seguridad los procesos de la segunda mitad del siglo. La resistencia que oponían al cercamiento de la tierra común, al drenaje de los estanques y las tierras boscosas quizá merezca más bien la caracterización de una lucha por los recursos de capital contra los agentes de las propiedades señoriales, y no como conservadurismo ciego. Pero se basaba en principios y actos colectivos, no en el individualismo liso y llano. Mucho antes de 1789, se había organizado la resistencia a las apropiaciones de los terratenientes a través de las asambleas de aldea y los tribunales locales, donde con frecuencia cada vez mayor los representantes legales del gobierno tomaban partido por los aldeanos contra el seigneur. De modo que cuando se conoció la convocatoria destinada a promover la presentación de los cahiers, un liderazgo de la aldea local, generalmente en manos de los campesinos más acomodados, ya había definido sus quejas y probado su fuerza contra la nobleza local, a partir de la premisa cada vez más firme de que la corona sería un aliado en la campaña por los derechos comunales.

Estos mismos «jefes» de aldea (en la Flandes francesa se les denominaba literalmente hoofmannen) a su vez no estaban a salvo de la crítica. Donde, como sucedía en el Beauce y el Brie, se aprovechaban como individuos del cercado y la división de la tierra común, los cahiers aportaron una serie de agrias quejas de los campesinos menos acomodados precisamente en relación con ese asunto. En muchos casos, como en Châtenay, Baillet, Marly y Servan-en-Brie, los

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