Cartas eruditas, y curiosas by Benito Jerónimo Feijoo

Cartas eruditas, y curiosas by Benito Jerónimo Feijoo

autor:Benito Jerónimo Feijoo [Feijoo, Benito Jerónimo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales, Ciencias naturales
editor: ePubLibre
publicado: 1744-12-31T16:00:00+00:00


Carta XV

Si se va disminuyendo, o no sucesivamente la agua del Mar

1. Muy Señor mío: La cuestión, que Vmd. me propone, es tan nueva como curiosa. A lo menos yo no me acuerdo de haberla visto tratada, ni aun propuesta en Autor alguno. Redúcese a inquirir si las aguas del Mar se van disminuyendo sucesivamente; y en caso de que sea así, qué proporción sigue esta disminución, v. gr. cuántas líneas, dedos, palmos, &c. se va rebajando la superficie del Mar en cada siglo. Vmd. se declara por la afirmativa en cuanto a la primera parte, y queda enteramente perplejo sobre la segunda.

2. Asiente Vmd. a la sucesiva diminución de las aguas marinas: Lo primero, por las que disipa el Sol. Segundo, por las que se elevan con las nubes, que se reducen a lluvias, nieves, y rocíos. Tercero, por las que consumen los vivientes convertidas en sal. Cuarto, por [207] las que se disipan en fuego para los varios usos a que se aplican. Quinto, por el dispendio que reciben en el nutrimento de los animales.

3. Yo, señor mío, estoy tan lejos de asentir a la opinión de Vmd. como de que me hagan fuerza las pruebas que alega por ellas. Piensa Vmd. haber hallado en las cinco partes expresadas con que hacer una continuada considerable rebaja en las aguas del Mar. Y yo siento al contrario, que en atención a ellas la rebaja es ninguna.

4. Sobre cuyo asunto, lo primero que advierto es, que las que propone Vmd. como dos distintas partidas en primero y segundo lugar, no son dos, sino una sola. Las aguas que disipa el Sol, son las mismas, que hechas nubes, se disuelven en lluvias, nieves, y rocíos. El Sol no disipa las aguas aniquilándolas, sino elevándolas en vapores, y de estos vapores se forman las nubes, que después se resuelven en lluvia, nieve, y granizo, &c. Pero que sean dos partidas, que una sola, nada hacen para la pretendida diminución; porque cuanto se le usurpa al Mar por este camino, todo se le restituye hasta la última gota, aunque a diferentes plazos. Cuanto destilan las nubes, vuelven al Mar: una grande porción muy presto; esto es, lo que llueve sobre el mismo Mar. De lo que cae en las tierras, es la restitución tanto más tarda, cuanto las nubes se resuelven a mayor distancia del piélago. Por ejemplo: las aguas, que forman las fuentes del Nilo, y el Níger, que nacen en lo interior del Africa, y están remotas del Mar no pocos centenares de leguas, mayormente la del Níger, vuelven al Mar mucho más tarde, que las que dan nacimiento a Guadalquivir, y Guadiana.

5. En la tercera partida supone Vmd. que la agua del Mar se convierte en sal. No hay tal conversión. Sácase sal de la agua del Mar; pero no por transmutación de esta substancia en aquella, sino por separación de las dos, que se hace, mediante la evaporación de la agua, por [208] el calor del fuego, o del Sol.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.