Antes, desde y después del cubismo by María Dolores Jiménez-Blanco

autor:María Dolores Jiménez-Blanco [Jiménez-Blanco, María Dolores]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788491141730
editor: A. Machado Libros
publicado: 2018-01-24T23:00:00+00:00

Juan de la Encina, siempre perspicaz e informado, resumió acertadamente, poco después de la muerte de Gargallo, los objetivos de este escultor. Pero estamos empezando la historia por el final. Y en el caso de Gargallo, como en el de tantos otros artistas, un acercamiento a su vida y a su época ayuda a un mejor entendimiento de su obra. No quiero decir que esta esté determinada mecánicamente por aquellas: más bien al contrario, son las elecciones que Gargallo realiza cada vez más libremente, ante el variado abanico de posibilidades que le proporciona su tiempo, las que configuran su figura en el contexto de la escultura del siglo XX.

Formación en la Barcelona del cambio de siglo

Durante mucho tiempo se dijo que Pablo Gargallo era hijo del herrero de Maella (Zaragoza). Así lo hemos visto en el texto de Gaya Nuño citado y así volverían a expresarse muchos años después este 4 y otros autores, llegando a consolidarse el tópico historiográfico. No era cierto, pero convenía para explicar poéticamente su especial familiaridad con los diversos metales, un rasgo que ha llegado a convertirse en el hilo conductor para explicar y sistematizar su obra. Jean Cassou, por ejemplo, propone la idea de que es el propio material, el metal, el que conduce a una escultura diferente, afirmando que 'de un material nuevo nace un estilo nuevo' 5. Por su parte, Rafael Fernández Ordóñez, autor de numerosos estudios sobre Gargallo, al tiempo que ha desmentido repetidamente la tradición que atribuía el oficio de herrero al padre del escultor, divide la catalogación de la obra de Gargallo atendiendo a los metales utilizados. Así, habla de una 'Primera época del cobre' entre 1910/11-1920/21; de un 'Intermedio de plomo' entre 1920-1923; de una 'Segunda época del cobre' iniciada en torno a 1923-24, y finalmente de una 'época del hierro' a partir de 1929, aunque estas dos últimas serían coetáneas al llamado 'Clasicismo esencial', que se desarrollaría en la obra de Gargallo a partir de 1924 6. Pero la imagen de Gargallo como hijo de un herrero convenía, además, porque permitía inscribir a Gargallo en la misma dinastía que otros importantes escultores considerados puntales en el desarrollo de una escultura moderna basada en el uso de los metales, como el mencionado Julio González o el algo posterior David Smith, que aplicaron a la escultura un conocimiento del uso en hierro adquirido en terrenos generalmente considerados extraartísticos como la artesanía, la forja o la industria.

En todo caso, y como si, a pesar de todo, la realidad se empeñase en continuar en la tradición de las biografías de artistas entendidas como una sucesión de prodigios 7, la historiografía nos recuerda que la familia Gargallo, de origen campesino, emigra a Barcelona en una fecha emblemática para la historia de la capital catalana: 1888. El contexto no podía ser más propicio, porque la ciudad celebraba una Exposición Universal de gran transcendencia económica, cultural, política y urbanística, que consagraría a Barcelona como una gran urbe moderna. En aquella Ciudad de los Prodigios

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