Amor entre lineas by Mar Escribano

autor:Mar Escribano [Escribano, Maria]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Orlando Gomez and Mar Escribano
publicado: 2015-03-23T23:00:00+00:00

-Dígame por favor cuál es su problema y solucionemos esto de una manera civilizada. (Pronunció Mary retornando a su modo de “off”. A través de su negligé, su cuerpo desnudo se dejaba ver cariñoso y lujoso, y Andréu comenzó a sentir un vago presentimiento de que su torpe reacción le había sustraído de un suculento dulce de su boca.)

-Las caricias no se venden, ni se compran, señora Smith. (Explicó Andréu y sus ojos se habían vuelto a fijar con avidez en aquellas curvas de mujer – dulces y virtuosas. Creyó que se le embargaba la voz.)

-Muy bien Andréu. Le pido perdón porque ciertamente me he equivocado. (Se disculpó Mary y Andréu se quedó mudo.) Pero necesito que me explique su problema. (Afirmó la “Mary de siempre” manteniendo su característica profesionalidad hasta en los asuntos más delicados.)

-Ya lo he dicho Mary, las caricias no se compran, ni se venden. Son o deberían ser gratis. (Confirmó él empecinado en su teoría del amor o de la amistad. Ella continuaba sorprendida, ya que estaba acostumbrada a pagar por sus servicios.)

-Déjeme explicarle algo, Andréu. (Comenzó a decir Mary.) Mi segundo ex marido, el señor Tomas Davis, era impotente. (Confesó Mary y a Andréu un remolino de sudor caliente y frío empezó a recorrerle el cuerpo.) Tomas me amaba más o menos como usted me ha amado. (Los ojos de Andréu se abrieron como platos.) Era un hombre empeñado en hacerme sentir y era bastante aplicado con esa dulce y vieja tenacidad de persuadir mi cuerpo con besos y caricias. (Explicaba Mary con una mirada de satisfacción y sonriendo de un modo malicioso y dulce a un mismo tiempo.) Pero luego, Andréu, cuando llegaba el momento preciso, Tomas se desesperaba porque además de precoz, era impotente y a la larga, aquella situación sólo nos producía a los dos el desconsuelo. (Andréu no cabía de asombro.) Entonces le pregunto yo a usted ahora, Andréu, ¿es usted impotente o precoz? (Las palabras de Mary Smith fueron expresadas con absoluta seriedad y sin ningún animo de causar agravio.)

-¿Cómo has dicho? (Berreó Andréu levantándose de inmediato de su asiento.)

-Por favor no me suelte otra bofetada. (Le dijo Mary con una mirada examinadora.) Me está usted dejando la cara hecha un cuadro.

-No lo haré señora Smith pero por favor repíteme la preguntita que me parece que no lo he entendido. (Dijo él - ya frente a ella - fijándose en sus ojos tenazmente que brillaban azules y húmedos…sus labios sangraban y graciosamente imperativos se abrieron para repetir la pregunta.)

-¿Es usted precoz o impotente? (Reiteró Mary Smith mientras se esforzaba en soportar la fulminante mirada de Andréu.)

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