¡Adiós, cordera! y otros cuentos by Leopoldo Alas Clarín

¡Adiós, cordera! y otros cuentos by Leopoldo Alas Clarín

autor:Leopoldo Alas Clarín [Alas Clarín, Leopoldo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Relato, Aventuras
editor: ePubLibre
publicado: 1892-01-01T00:00:00+00:00


Algunos años después se celebraba en Grijota la proclamación del diputado provincial don Romualdo Candonga, y hubo gaudeamus, fuegos artificiales y su poquito de teatro. Y lo mejor de la función fue que nada menos que el señor don Feliciano y su digna esposa doña Marcela Vidal salieron al tablado que se levantó en el Ayuntamiento a cantar como ángeles, vestidos con trajes que ni los cómicos de la corte. Había que ver al rico mercader de harinas y a su señora la hacendosa doña Marcela, cada cual por su lado, y sucesivamente, hacer las delicias de sus convecinos, con unos gorgoritos y unos suspirillos cantados que daban gloria. Candonga pisaba de tacón, como siempre, y el traje de Fausto que le había hecho su mujer lo vestía como lo hubiera vestido uno de aquellos quintales de harina de flor que tenía en su casa; pero cantar era un prodigio. Y cantaba solo, sin Margarita que le estorbase.

Y después salió la Reina Margarita, con el traje de su propiedad, que había conservado. Y rayó a gran altura, sin que la eclipsara nadie.

Al día siguiente, los músicos del pueblo sostenían que era una lástima que el feliz matrimonio no se lanzara de nuevo a la vida artística, pues tenían seguros los aplausos, las contratas, etc.

—¡Qué horror! —se decían Marcela y Feliciano, mirándose y sonriéndose…—. ¡Si todo el público fuera como el de Grijota! ¡Amigos y parientes! Y por si alguna chispa de tentación les quedaba en el alma, en el fondo, Candonga vistió con su traje de Fausto un armatoste de cañas que tenía en la huerta para espantar los gorriones.

Y cuando llegó el domingo gordo, el primer día de Carnaval, llamó la atención de Grijota, en el baile de las Maritornes[90], una máscara que lucía un traje de seda, oro y pedrería… Era Sinforosa, la ilustre fregona[91] de los de Candonga, a quien su ama, doña Marcela, había disfrazado con el traje que un día fuera su única ilusión de artista, el traje de corte de la Reina Margarita.

De «Cuentos Morales»



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.