Yo, Superyó y Elle by Anny Peterson

autor:Anny Peterson [Peterson, Anny]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2021-01-26T00:00:00+00:00

* * *

Cenamos pronto en el hotel y nos recogemos poco después porque la peque se cae de sueño. Es ideal, porque Varo y yo salimos a la terraza de la Villa a tomarnos una copa.

—¿Qué quieres beber? —me pregunta.

—No suelo tomar alcohol, pero… ¿hay Limoncello o algo parecido?

—Claro, ahora mismo pido una botella.

—¡Por mí no lo hagas, ¿eh?! —⁠digo avergonzada. Odio gorronear.

—Pide lo que quieras, nos lo subirán del bar. Así me siento mejor por el susto que te he dado en la piscina…

—Ya está olvidado, pero… si así te sientes mejor podrían subir también unas golosinas —⁠sonrío pilla. Su risa es tan musical…

En diez minutos, un carrito con minibar entra por la puerta de la habitación, y en otros cinco, tengo un vaso en la mano lleno del famoso líquido amarillento y hielo.

Dicho vaso se vacía y se rellena muchas veces a lo largo de la siguiente hora y… estando parados, a una altitud de diez pisos por encima del mar, los grados acaban pasándonos factura y nuestras lenguas se dilatan… Le empiezo a hablar de arte y él termina diseccionando su divorcio de arriba a abajo. No falla.

—¿Cuánto tardaste tú en reponerte de tu última relación seria? —⁠me pregunta él sin pensar, y me pilla de lleno con esa cuestión.

—Yo… nunca he tenido una relación seria.

—¿Qué? ¿Con nadie? ¿Es porque no te gusta atarte o…?

—No es fácil aceptar mi género fluido… Quizá si estuviera en un lugar más cosmopolita y no en un pueblo… Y luego está lo de que me enamoro siempre de quien no debo —⁠sonrío ante la paradoja.

—Eso nos pasa a todos…

—Ah, ¿sí? ¿Te has enamorado muchas veces? —⁠pregunto curiosa.

—No. Solo un par. De mi exmujer y de una chica en la universidad.

—¿Qué fue de la chica?

—Nada, la vida nos separó; ella consiguió una beca para Estados Unidos y yo debía atender el negocio familiar aquí…

—Qué triste… Entonces, ¿solo has estado con dos chicas en tu vida? Si solo te acuestas con quien te enamoras…

—Joder —dice Varo, con vergüenza⁠—. ¿Por qué las hermanas Moreira os lo tenéis que contar todo?

—No sé, ¡es como una ley universal! ¿Por qué te crees que le vomité a Jara lo de nuestro beso? ¡Tenía la necesidad física de contárselo!

—Qué fuerte fue eso… —Recuerda divertido⁠—, casi me da un ataque cuando lo soltaste, pero se lo tomó bastante bien al final…

—Y tanto, yo le hubiera arrancado la cabeza si llegas a ser mío…

Se hace un silencio y me doy cuenta de lo que acabo de decir. Soy idiota. Y muy romántica… a mi manera…

—Tienes razón… —admite él—, respecto a lo de que no ha habido muchas… y cuando las ha habido, ha sido un desastre. Tengo un pequeño problema, no puedo follar si no intimo lo suficiente antes…

—Y de Jara no estás enamorado, ¿no?

—Em… Todavía no…

—Por eso te ha parecido tan bien cortar…

—Necesito tiempo, eso es todo. Y ella necesitaba cortar para aceptar el puesto. Pero lo nuestro no ha terminado…

—Vale, pero tengo una duda… —⁠digo de pronto.

—¿Cuál?

—¿Qué hay

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