Saturnino by Dan Abnett

autor:Dan Abnett [Abnett, Dan]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00

—Mis señores —dijo el General Militante Burr—, a medio kilómetro y acercándose.

—Entendido, Konas —dijo Jaghatai Khan. El primarca miró a Raldoron y Valdor—. El trabajo del día ha llegado —dijo.

Ambos asintieron.

—Dé la orden, señor —dijo Valdor.

El Khan sonrió.

—El Primer Capitán tiene el mando de la zona —respondió.

—De hecho —dijo Raldoron—, el buen Konas Burr tiene ese honor. Estoy aquí simplemente para agilizar la función de fluidez entre el Ejército y los Astartes.

Los tres miraron a Burr. Se ajustó el cuello de la camisa, que de repente parecía estar demasiado apretado.

—Es un honor, señores —dijo Burr—. Con todos mis respetos, prefiero desnudarme y cargar solo contra esos bastardos que daros una orden a cualquiera de vosotros tres.

El Khan enarcó las cejas y soltó una carcajada. Valdor sonrió. Incluso Raldoron, el más callado de ellos, miró a un lado para disimular su sonrisa burlona.

—Eres un buen hombre, Burr —dijo el Khan—. Todos somos hermanos en esto, ahora y siempre. Esto es trabajo para legionarios. ¿Están tus fuerzas preparadas?

—Firmes en la línea, mi señor —respondió Burr—. Kimmerine, Vespari, Auxilia, Albian. El mariscal Agathe informa que están bien preparadas. También el Coronel Bezzer y el Comandante Militante Karjes. Cañones de fuego encendidos. Artillería preparada.

El Khan miró a Valdor y Raldoron.

—Entonces demos un paseo —dijo.

—¡Señor! Mi señor... —comenzó Burr—. Está claro que intentan atraerte.

—Oh, claramente —respondió el Khan.

—Tentarte a otra carga…

—Por supuesto. No son idiotas. Son desgraciados perturbados, pero no idiotas —El Khan miró a Burr—. Los valientes Puños Imperiales tienen una doctrina: Ni un paso atrás. La mía es bastante diferente. Es más fácil evitar dar un paso atrás si ya has dado varios pasos adelante.

—¿Debo prepararme para el avance de la línea, señor? —preguntó Burr.

—No, espera, Burr —dijo Jaghatai Khan—. Mantén la posición y espera.

—¿Para... qué?

—En caso de que vengan a través de nosotros, Konas —dijo Raldoron.

—En caso de que no volvamos —dijo el Khan.

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