Pasión entre las dunas by Barbara McMahon

autor:Barbara McMahon
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2006-12-31T23:00:00+00:00

Capítulo 6

L A TARDE siguiente Melissa se puso a traducir los documentos, mientras Alaya leía un libro y los pequeños dormían la siesta. No le llevaría mucho tiempo terminar la traducción.

Cuando acabó bajó a darle los papeles a un empleado para que los llevara a la oficina de Surim y los enviaran por fax. Se sentía mejor con Max sabiendo que podía seguir haciendo su trabajo con él, y ayudar al mismo tiempo en Qu'Arim.

Cuando los niños estuvieron despiertos, ella los llevó a jugar al jardín. A ella le encantaba la playa, pero quería que los pequeños tuvieran también otras actividades.

Estaban cenando cuando apareció el sirviente en la habitación de los niños.

—Hay una l amada telefónica para usted. Por favor, venga conmigo.

—Enseguida vuelvo —les dijo Melissa a los niños.

Era su madre.

—Hola, mamá. ¿Hay algún problema?

—Todo va bien. Pero tengo malas noticias para ti. Han l amado los McDonald hace unos minutos para cancelar tu contrato. Van a enviarte un dinero extra por las molestias, pero dicen que esperan que lo comprendas. Al parecer su actual niñera ha decidido no casarse y quiere seguir en su puesto. ¡Y

tú que dejaste tu trabajo en Suiza para trabajar con ellos! ¿Qué vas a hacer?

Melissa se sentó. Había contado con aquel trabajo.

Recordó las palabras de Surim, él le había ofrecido un puesto de algo, no sabía bien qué.

Si se atrevía, podía trabajar con Surim.

Pero no podía imaginarse viviendo en su casa, sobre todo cuando él se casara.

Tal vez pudiera quedarse sólo un poco más de tiempo.

—Es posible que tenga la oportunidad de quedarme aquí —le dijo a su madre.

—¿Trabajando? ¿0 sólo como visita?

—Trabajando. Tengo que pensarlo. Así que no volveré a casa pronto.

—Max y Robert estuvieron hablando anoche durante la cena del nuevo restaurante en Qu'Arim. Vamos a ir allí para la inauguración. Me encanta la idea. ¿Crees que vas a trabajar para el restaurante?

—No lo sé. Pero pienso venir a ver el complejo turístico cuando esté terminado. El entorno es hermoso, y será un complejo de primera clase... Pero ya hemos hablado suficiente sobre el restaurante. ¿Cómo están allí las cosas?

Su madre y ella charlaron unos minutos antes de colgar.

Luego se quedó pensando. Si pudiera separar los sentimientos hacia su nuevo jefe de su trabajo con los niños, todo sería más fácil.

Durante los siguientes días no vieron a Surim.

Los niños parecían estar mejor. Hamid había dejado de tener pesadillas y Alaya ya no estaba tan triste.

Annis les estaba enseñando árabe, pero aún no podían tener una conversación en aquel idioma.

El jueves Melissa fue convocada al estudio.

—¡Qué rápido! —dijo Surim cuando la vio.

—Acabamos de desayunar. Podrías haber desayunado con nosotros.

—Lo tendré en cuenta para otra vez. Esta tarde quisiera l evar a los niños a ver a Tante Tazil, su abuela. Me gustaría que nos acompañases.

—Eso sería estupendo. Sé que les va a encantar verla.

No lo había visto desde la noche del beso, y le habría gustado preguntarle qué había estado haciendo, o por qué la había besado. Involuntariamente miró sus labios.

—Veremos. Su abuela está muy deprimida.

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