Para verte mejor by Lena Valenti

Para verte mejor by Lena Valenti

autor:Lena Valenti [Valenti, Lena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Fantástico, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 2024-04-01T00:00:00+00:00


Capítulo 12

Otsagabia era una preciosa villa de montaña en la que perderse, bajo la protección de sierras gigantes y un parque natural. Le recordaba a los pueblos pirenaicos que rozan el cielo. Este era un pueblo extraño, que tenía todo lo que cualquiera podía necesitar para una vida cómoda y sin carencias. Panaderías rústicas, restaurantes de comida autóctona, un gimnasio, un centro de formación, una zona de ocio nocturno y deportes… pero todo ello, completamente camuflado en estructuras románicas con sus tejados de pizarra oscura, ubicadas entre callejuelas de suelo empedrado. De haber estaciones de esquí cerca, ese sería un pueblo de obligada parada en el que hospedarse. Kayla observaba todo embelesada, dado que aquel lugar tenía un poder hipnótico e inmersivo. Sus ventanales de madera rojiza decorada con flores, los perros sueltos por la calle paseando con tranquilidad, el olor a chimenea y a pan, y también a cocido y carne a la brasa se mezclaba con el olor que emanaba de las campiñas verdes que lo rodeaban, de grandes extensiones, también salpicadas por alguna que otra casona coqueta y preciosa. Kayla cerró los ojos y se dejó mecer por el sonido de los ríos que lo rodeaban. Pasaron por un puente de madera cuyo precipicio daba a una zona de cascadas magnánimas, dejando salpicarse por sus rociadas. Era un lugar especial que le llenaba de calidez el corazón. Atlas era lujo en la montaña, Otsagabia era hogar en medio de la naturaleza. Una villa hogareña de verdad, donde todos saludaban con una amable sonrisa cuando veían pasar a Hunter con la moto.

Era, sin duda, alguien muy popular y querido allí.

Y toda esa belleza acompañada del olor que desprendía Hunter la estaba noqueando. Su presencia amortiguaba cualquier duda o miedo que pudiera haber tenido no solo días antes, sino, tiempo atrás en su vida, en una existencia que ahora se antojaba desconocida, porque acababa de descubrir que no había sido una niña normal, ni había tenido un padre normal… Y su madre le había escondido secretos. Eso también era real. Y todo hacía que tuviera muchas ganas de llorar, de chillar, de hacerse un ovillo y ponerse a correr para huir y dejar toda esa historia atrás; pero, no lo haría, porque también era momento de descubrir la verdad. Y estar ahí con Hunter, y que él también conociera su situación, la hacía sentirse un poco más corajuda. Aunque las dudas y los miedos, a veces, asomaran el hocico.

Por su parte, Hunter sentía que podía escuchar los pensamiento de Kayla, pero no lo hacía. Solo percibía su contrariedad.

No podía estar enfadado con ella. Kayla les había hecho un adelantamiento por la izquierda en toda regla, y con su atrevimiento al quedar con Vini, les hizo ganar terreno, con la fotografía robada y con la extracción del móvil del hijo de los Spencer, arrojando luz donde antes solo hubo incógnitas y oscuridad. Vini había estado tan metido en el ajo como lo estaban sus padres. Ahora ya podían decir que



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