No dejes que me lleven (Spanish Edition) by Lucía Tamargo

autor:Lucía Tamargo [Tamargo, Lucía]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Literatura y Ficción
publicado: 2019-02-22T04:00:00+00:00

12. ¿Qué había ocurrido?

Tara

Iba de camino a verlas a todas. Sarah me había solicitado y entregó el código de Robin. Suponía cuál era el motivo de mi visita.

La última vez que hablé con mi hermana, me había pedido todos los datos de la situación de Lyra, por lo que tenía todo lo necesario para que la encontrara. Habíamos decidido hacerlo a escondidas de Robin, pues sabíamos que quizás no le vendieran a la niña. Estaban contentos con ella porque no les daba guerra, no lloraba y comía lo que le daban. Apenas les hablaba así que no les molestaba. Quizás decidieran quedársela después de todo y disfrutar ellos mismos de aquella niña virgen.

Se me revolvió el estómago sólo de pensar en que alguien pudiera tocarla... Quería mucho a Robin, pero el amor que le tenía a Lyra era diferente e inmenso. Quería protegerla contra todos. Todo lo que había querido en la vida era ser madre y era consciente de que era la hija de Robin, que yo no tenía derecho sobre ella, pero lo único que ansiaba era escuchar de sus labios la palabra "mamá" para referirse a mí.

Llegué a la casa de Sarah y piqué a la puerta. Me abrió Robin, que me pidió pasar y cuando cerró me besó suavemente en los labios. Le sonreí aliviada de poder tocarla una vez más. A pesar de las muchas horas que me pasaba trabajando, no podía dejar de pensar en ellas y, sobre todo, en mi chica de pelo castaño. Deseaba vivir allí y tenerlas cerca de mí. Busqué a mi hermana y la abracé, y luego besé la mejilla de la que ya consideraba mi cuñada.

-¿Podemos hablar un rato a solas?- preguntó Sarah-.

Juraría que vi a Robin sonrojarse cuando Sarah me llevó hasta la habitación y me pregunté qué ocurría.

-¿Me has conseguido todos los datos?

Le entregué un papel con la dirección, el código de Lyra y el poco dinero que me quedaba para ayudar con el gasto.

-¿Tienes el dinero contigo?- le pregunté-.

Asintió y me mostró una bolsa con una fortuna.

-Vamos a lograrlo, Tara. Gracias a ti vamos a reunir a esta familia y estaremos juntas, que es lo que importa.

La abracé y comencé a llorar. Jamás había tenido tanto miedo. ¿Y si no lo lograban? ¿Qué haría Robin entonces? ¿Qué haría yo? ¿Cómo le diría a la mujer que amaba que no volvería a ver a su hija a la que le destrozarían la vida, como habían hecho con ella? De nuevo, pensar en alguien tocando a Lyra me angustió.

-Nos vamos, Tara. Debes quedarte con Robin para que no sospeche nada. Os hemos preparado una cita a solas, o al menos eso es lo que ella piensa.

¿Una cita? De repente empecé a sudar por el agobio que me habían provocado sus palabras. ¿Querría acostarse conmigo? No podía hacer eso en aquella situación.

Sarah y Sophia se fueron y vi como Robin me miraba sonrojada. Se acercó a mí y tomó mi mano, cosa que me hizo dar un respingo. Pues empezaba bien la cosa.

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