Los mejores cuentos de Terror by H.P. Lovecraft

Los mejores cuentos de Terror by H.P. Lovecraft

autor:H.P. Lovecraft
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788417782634
editor: Mestas Ediciones
publicado: 2019-12-16T00:00:00+00:00


EL MORTAL INMORTAL

(The Mortal Inmortal)

Mary W. Shelley

(1797 – 1851)

EL MORTAL INMORTAL

Día 16 de julio de 1833.

Este es para mí un aniversario memorable: ¡hoy cumplo trescientos veintitrés años!

¿El Judío Errante?… Claro que no. Más de dieciocho siglos han transcurrido desde entonces. Comparado con él, yo soy un Inmortal muy joven.

¿Soy, por tanto, inmortal? Esta es un pregunta que me he hecho a mí mismo, día y noche, desde hace más de trescientos años, y aún desconozco la respuesta.

Precisamente hoy he detectado una cana en mi pelo castaño. Eso debe significar, con total seguridad, deterioro. Pero también puede haber permanecido escondida durante trescientos años; a ciertas personas se les vuelve el cabello completamente blanco antes de cumplir los veinte años.

Voy a contar mi historia, y será el lector quien juzgue por mí. Así, al menos, lograré pasar algunas horas de esta larga eternidad que me resulta tan aburrida. ¡Eternamente! ¿Eso es posible? ¡Vivir toda la eternidad! He oído hablar de algunos encantamientos en los cuales las víctimas se sumen en un profundo sueño, para luego despertar, pasados cien años, tan frescas como siempre. He oído hablar de los Siete Durmientes… De manera que el ser inmortal no debería ser tan asfixiante para mí; pero, ¡ay!, ¡cómo pesa el interminable tiempo!…, ¡y el monótono paso de la procesión de las horas! ¡Qué feliz debió ser aquel legendario Nourjahad!24 Pero en lo que respecta a mí…

Todo el mundo ha oído hablar en alguna ocasión de Cornelius Agrippa25. Su recuerdo es tan inmortal como su arte me ha hecho a mí. Todo el mundo ha oído hablar también de su discípulo, que dejó en libertad al espíritu maligno en un descuido durante la ausencia de su maestro y fue destruido por él. La noticia de este triste accidente, verdadera o falsa, ocasionó muchos dolores de cabeza al acreditado filósofo.

Sus discípulos lo abandonaron y sus sirvientes desaparecieron… Se encontró sin nadie para alimentar con carbón sus permanentes fuegos mientras dormía, o que vigilara los cambios de color de sus medicinas mientras estudiaba. Sus experimentos fracasaron, uno tras otro, porque un par de manos no eran suficientes para terminarlos; los tenebrosos espíritus se mofaron de él por no tener la capacidad de mantener a un solo mortal a su servicio.

Yo entonces era muy joven y muy pobre, y estaba muy enamorado. Había sido discípulo de Cornelius durante casi un año, aunque estaba ausente cuando aquel accidente se produjo. Cuando volví, mis amigos me rogaron que no regresara al cobijo del alquimista. Temblé mientras escuchaba el terrible relato que me contaron; y no fue precisa una segunda advertencia. Y cuando llegó Cornelius y me ofreció una bolsa de oro si me quedaba su lado, sentí como si el propio Satanás estuviera tentándome. Mis dientes repiquetearon, mi pelo entero se erizó, y comencé a correr tan rápido como mis temblorosas rodillas me lo permitían.

Mis indecisos pies se encaminaron hacia el lugar al que durante dos años se habían sentido atraídos cada atardecer, a un adorable arroyo espumeante de agua



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.