Lluvia con sol by Lara Ríos

autor:Lara Ríos [Ríos, Lara]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Literatura infantil;literatura infantil costarricense;Lara Ríos;Vicky Ramos;cuento infantil;literatura costarricense
editor: Editorial Costa Rica
publicado: 2022-05-15T00:00:00+00:00

—El fenómeno de El Niño y de La Niña; se les llama así, “fenómenos”, porque se salen de lo normal y pertenecen a la Naturaleza.

—¿Y por qué hace frío y a veces un gran calor? —preguntó Tomás.

—Porque, con el fenómeno de El Niño, hay mucho calor —dijo la maestra.

—Y seguro hace frío cuando viene el fenómeno de La Niña —siguió Robert.

—Correcto, Robert.

—Maestra Isabel —comentó Liam— ¿por qué les pusieron los nombres de nosotros, niño y niña?

—Esa historia es muy linda, chicos. Resulta que unos pescadores estaban pescando en el Puerto de Paita, en el Perú, y se dieron cuenta de que no había peces y el mar estaba caliente. Algo raro estaba pasando.

Como era en el mes de diciembre, cerca de la Navidad, bautizaron a este fenómeno El Niño, en honor al Niño Dios, y se fueron para sus casas pues no había nada más que hacer en el mar.

—La razón es que con El Niño se calienta el océano Pacífico Tropical, hay sequías, peces muertos, en los campos se secan las frutas y verduras. ¡Es que no hay lluvias! Además, los niños se enferman de Dengue, Malaria y Chikungunia, y hay muchos incendios forestales.

—¿Y entonces qué es La Niña, maestra Isabel? — preguntó Carlos.

—Es el enfriamiento del océano Pacífico Tropical. Los vientos alisios soplan con más fuerza, permitiendo que las corrientes frías suban a la superficie del mar. Hay vientos helados, hace mucho frío y hay más gripes y virus respiratorios. Y, en otro lugares, grandes sequías como también inundaciones.

—¿Y cómo podríamos ayudar nosotros? —preguntó Carlos.

—Todos juntos podemos ayudar. Sembremos semillas de árboles nativos, que den sombra, flores y frutos, para que se acerquen los colibríes, las mariposas, las abejas y todos los insectos que quieran cooperar con la Madre Naturaleza.

—Ella es sabia, no genera basura. Más bien, vemos cómo, cuando caen las hojas al suelo, se van descomponiendo solas y forman abono.

—La principal misión de los árboles es purificar el aire y nadie les dice lo que tienen qué hacer.

—No desperdiciemos el agua. Cuando haya escasez, uno puede bañarse con un trapo enjabonado y un balde con agua.

—¡Ay, maestra, queda uno todo untado de jabón! —se rio Liam.

—Para nada —les dijo doña Isabel—. Quedan bien bañaditos y sin costras. ¡Y no olviden lavarse bien las orejas!

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