La palabra ambigua: los intelectuales en España (1889-2019) by David Jiménez Torres

autor:David Jiménez Torres [Jiménez Torres, David]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2023-01-01T00:00:00+00:00

1. INTELECTUALES DE LA DEMOCRACIA

En el primer número de Cuadernos para el Diálogo publicado tras la muerte de Franco, el ensayista y militante antifranquista Alfonso Comín aseguró que el pueblo español estaba preparado para la democracia. Pero eso, añadió, «no es obra de un día, sino el resultado de una larga marcha por el calendario, las fábricas, el parlamento de papel, las aulas y los pasillos de las universidades, las oficinas [y] el cerebro atormentado a veces por la lucidez, a veces por la oscuridad, de los intelectuales[381]».

Comín planteaba, así, un discurso que tuvo cierto éxito en aquellos años: los intelectuales habían sido importantes a la hora de preparar el tránsito de la dictadura a la democracia. Las razones de ello tendrían que ver con algunas de las cuestiones que abordamos en el capítulo 3: desde su participación en un diálogo entre vencedores y vencidos de la Guerra Civil hasta su liderazgo en las reivindicaciones de mayor libertad durante el tardofranquismo. Estas habrían supuesto una suerte de gimnasia fortalecedora para la ciudadanía de cara al ejercicio de los derechos democráticos. Los sociólogos Benjamín Oltra y Amando de Miguel reforzaron aquella tesis en sendos libros (de 1978 y 1980, respectivamente): si en España había una sociedad lista para la democracia, era en parte gracias a la labor de pedagogía y de representación crítica de los intelectuales.

Sin embargo, ese vínculo con el cambio político también generaba preocupación. ¿Cuál sería el papel de los intelectuales en esa nueva España que habían contribuido a forjar? La pregunta era ineludible en el caso de los exiliados republicanos que empezaban a volver a España. Si bien existía un amplio consenso en cuanto a la necesidad de ese regreso, aquello también ocasionaba cierto recelo: quizá la asimilación triunfal de la intelectualidad republicana fuese la coartada para el cierre en falso del proceso democratizador[382]. Al hilo de los recibimientos a Salvador de Madariaga y Claudio Sánchez-Albornoz, por ejemplo, la escritora y filóloga Aurora de Albornoz escribía en 1976 que «medallas o recibimientos apoteósicos a todos esos intelectuales vienen, en la hora actual, a enturbiar aún más nuestro panorama político cultural. Porque, ¿cómo compaginar todos estos homenajes con las censuras, prohibiciones, amenazas, ataques a librerías?»[383]. Otros autores también advirtieron de que la asimilación podía desvirtuar algunos aspectos de la tradición que encarnaban aquellos exiliados. El ensayista y periodista Federico Jiménez Losantos denunció en 1979 que, si bien la intelectualidad republicana estaba siendo celebrada por las nuevas autoridades de la España democrática (e incipientemente autonómica), se estaba orillando un elemento central de su obra, que era la perspectiva nacional española:

La intelectualidad exiliada se llevó la tradición española liberal, ilustrada, el patriotismo diverso pero indiscutible, la conciencia cultural propia y el ánimo permeable universal. No es demasiado exagerar si decimos que ni ha vuelto ni se intenta reanudar la tradición, tan loada indiscriminadamente todos estos años, de esa cultura española de alcances europeos que pareció florecer antes de la guerra[384].

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.