La Estrella del Trueno by Michelle Paver

autor:Michelle Paver [Michelle Paver]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788418797965
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2023-01-11T00:00:00+00:00

Esa noche, Dark descubrió el misterio de la comida robada. Volvía del muladar cuando percibió movimiento con el rabillo del ojo: una sombra se deslizó tras un refugio que pertenecía a los Águilas Pescadoras, que almacenaban la comida del campamento en unas fosas cubiertas de piedras. Cuando el ladrón ya se escabullía, Dark se acercó a él desde el otro lado y le quitó la capucha.

—¡Tú! —soltó Dark muy indignado.

Su padre levantó la barbilla, desafiándolo. Sujetaba un saco de corteza trenzada lleno de pescado congelado.

—¿Qué esperabas? —le dijo con desdén—. Cuando se produce una catástrofe, ¡es sálvese quien pueda!

—Aquí no —repuso Dark.

—¡Sí, aquí también! Ya es hora de que madures, Dark. ¿No te has preguntado dónde están ahora tus supuestos amigos?

—¿Qué quieres decir?

Realvi esbozó una sonrisita.

—Acabo de oír que no partieron hacia el oeste en una misión de reconocimiento, ¡sino que se dirigen hacia el Bosque Profundo! Eso no te lo contaron, ¿verdad? ¡Se han marchado en secreto para ponerse a salvo!

—¿Cómo te has enterado?

—¿Y eso qué más da? ¡El caso es que te han dejado atrás!

—Eso no es verdad, se han ido porque...

Dark se interrumpió. Acababa de percibir un destello ansioso y extraño en los ojos de su padre: esperaba expectante cada palabra suya... Y una sospecha terrible empezó a arraigar en él. ¿Era posible que su padre fuera un espía? ¿Por eso habían ido él y sus compañeros al Río de los Cuervos? Pero ¿para quién espiaban?

—Dame ese saco —le exigió Dark con aspereza—. Puede que tú creas que esto es sálvese quien pueda, pero aquí la cosas no van así. Con Fin-Kedinn como líder, no.

—¡Fin-Kedinn! —se mofó Realvi—. ¿Ése te parece un líder? ¡Tú no sabes lo que esa palabra significa! ¡En el Bosque Profundo tenemos un líder de verdad! ¡Lo ve todo, lo sabe todo! ¡Si quisiera, podría aplastar a Fin-Kedinn con el talón, como a un escarabajo!

—He dicho que me des ese saco. Y luego, lárgate de aquí.

La luz de la luna refulgió en las facciones huesudas de Realvi.

—Estáis todos malditos —siseó—. ¡Sólo los Elegidos sobrevivirán! ¡El gran líder nos protegió de la Estrella del Trueno!

—¿Y quién es ese gran líder vuestro?

El cambio en Realvi fue sorprendente: el fervor le encendió la cara.

—Vino del norte, del Confín del Mundo. Es tan hermoso como el sol ¡y tiene más fuerza que el cazador más fuerte! ¡Con un simple gesto de la mano destruirá este campamento apestoso igual que un oso destruye un hormiguero!

Se volvió para echar a correr, pero Dark lo agarró del brazo. Con la velocidad de una serpiente, Realvi se dio la vuelta y le dio un rodillazo en la entrepierna. Dark se dejó caer en la nieve.

—No lamento haberte abandonado en las Montañas —escupió Realvi—, ¡lamento que sobrevivieras! ¡Tendría que haberte estrangulado cuando naciste!

—¡Lárgate antes de que te estrangule yo a ti! —jadeó Dark.

Colgándose el saco del hombro, Realvi hizo ademán de marcharse, pero entonces se volvió y le enseñó los dientes en una sonrisa sarcástica.

—Casi se me olvida. Ese joven lobo tuyo...

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