Ho Chi Minh by Pierre Mettra

autor:Pierre Mettra [Mettra, Pierre]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia, Biografía
editor: ePubLibre
publicado: 2017-01-01T00:00:00+00:00

DE LOS PASILLOS DEL KREMLIN AL MAQUIS VIETNAMITA

A pesar de que Nguyen Ai Quoc sigue siendo un líder del partido, no se le confía ninguna misión significativa durante los cinco siguientes años. Sus posturas nacionalistas siguen suscitando la desconfianza de los altos funcionarios de Moscú, que lo distancian del Partido Comunista de Vietnam que se estaliniza gradualmente. Si bien en un principio el partido es puramente informal, finalmente logra conseguir la aprobación de la Komintern —⁠para ello, tiene que adoptar un nombre que transmita menos su pensamiento nacionalista—. Por eso, se le cambia el nombre a Partido Comunista Indochino (PCI).

En esta época, el Partido Comunista Soviético es el escenario de una violenta oposición entre Stalin y León Trotski (1879-1940), un revolucionario y teórico cercano a Lenin antes de su muerte. Stalin finalmente obliga a su enemigo a exiliarse en 1929. Trotski, sin embargo, no ha dicho su última palabra y, nueve años después, forma una Cuarta Internacional en Francia. Para hacer desaparecer todo rastro de su oponente, Stalin llega incluso a retocar las fotografías oficiales en las que Trotski posa a su lado para aparecer solo. A partir de 1936, argumentando un complot contra las repúblicas soviéticas, inaugura aquello a lo que los historiadores llaman las «grandes purgas», y manda deportar o asesinar a cientos de miles de opositores a su régimen —⁠demostrados o sospechosos de serlo—, así como a eventuales trotskistas, ahora demonizados. En 1940, incluso ordena a los servicios secretos rusos que asesinen a Trotski, entonces refugiado en México. A Nguyen Ai Quoc estas medidas no le causan preocupación: sus escritos muestran su antitrotskismo y su compromiso con la ortodoxia estaliniana.

En 1938, finalmente obtiene lo que espera con impaciencia desde su llegada a Moscú: la autorización oficial de volver a marcharse a Asia, como delegado de la Komintern. Nguyen Ai Quoc está impaciente por intervenir directamente en el terreno. Se marcha a China, y llega a Yan’an (centro de China), entonces capital del régimen comunista de Mao Zedong (1893-1976). A continuación, viaja a Lanzhou (norte de China), donde se convierte en guardia en las fronteras.

Cuando se declara la Segunda Guerra Mundial, se entera de que las tropas chinas planean entrar en Indochina, donde Francia lucha a duras penas contra la invasión japonesa. Para Nguyen Ai Quoc, es la oportunidad perfecta para volver a su país. Se dirige a la ciudad de Liuzhou (sur de China), donde se preparan los soldados chinos. Entre ellos, recluta a una cuarentena de vietnamitas que desertan de su unidad. Rodeado por este reducido grupo, continúa su camino hacia Indochina. Se da cuenta de que sus compañeros no tienen experiencia, por lo que decide formarlos. Para ello, el grupo se dirige cerca de la frontera sur de China, donde se encuentran dos pueblos. Nguyen Ai Quoc, que quiere preparar a los jóvenes militantes para la vida en el maquis, les anima a ganarse el favor de la población por medio de una actitud servicial y respetuosa, y les prohíbe cometer cualquier injusticia contra los aldeanos.

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