Historias secretas de los mundiales by Alejandro Fabbri

autor:Alejandro Fabbri
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Fútbol, FIFA, Mundiales
ISBN: 9789876145497
editor: Capital Intelectual
publicado: 2014-07-15T00:00:00+00:00

13.

LA GUERRA ABSURDA Y LOS PERUANOS DE LUJO

La historia política de Honduras y El Salvador los relaciona desde siempre. Nacidos en la fragmentación de América Central luego de que fracasara la República Federal de Centroamérica, en 1838, comparten 375 kilómetros de frontera. Ambos tienen una buena parte de población con raíces de etnias aborígenes y de a poco le fueron ganando terreno a la pobreza, la violencia política y la ignorancia. Honduras tiene un territorio seis veces mayor que El Salvador, pero apenas dos millones más de habitantes: mientras que este tiene una densidad poblacional de casi 300 habitantes por kilómetro cuadrado, la de Honduras no llega al centenar.

También comparten el hecho de haber oficializado al fútbol en el mismo año, 1921. Pero durante las eliminatorias de 1970, el encono y una larguísima intolerancia los envolvió en lo que el famoso periodista polaco Ryszard Kapuściński con imaginación bautizó como la “guerra del fútbol”. México, como país organizador de la Copa del Mundo, estaba automáticamente clasificado, pero el resto de los integrantes de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf, por su nombre en inglés) debían eliminarse porque solo uno de ellos podía ir al mundial.

Los doce participantes se dividieron en cuatro zonas, que ganaron Honduras, Haití, los Estados Unidos y El Salvador. Haití accedió a la final por un lugar en la Copa del Mundo cuando superó a Estados Unidos en los dos partidos, asombrando a muchos especialistas. En Tegucigalpa, su ciudad capital, Honduras venció 1-0 a El Salvador, pero en la revancha, los salvadoreños se impusieron por 3-0 como locales. El partido de desempate se disputó en la ciudad de México y allí El Salvador derrotó por 3-2 a Honduras y consiguió el pase a la final contra Haití.

Dejando de lado a México y a Estados Unidos, que fueron dos los trece países que jugaron la primera Copa del Mundo, los otros centroamericanos y Canadá, poco habían hecho hasta 1970 en sus historias futbolísticas. Apenas se podía mencionar a Cuba, que con un equipo humilde y sin historia deportiva seria se clasificó para jugar la Copa de 1938 en Francia, cuando todos sus rivales resolvieron no presentarse. Consiguieron un 3-3 contra Rumania y en el desempate vencieron por 2-1. Ya en los cuartos de finales, Suecia los aplastó por 8-0 en Antibes y los despidió del torneo.

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