El hombre que mató a Antía Morgade by Arantza Portabales Santome

autor:Arantza Portabales Santome [Portabales Santome, Arantza]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2023-02-16T00:00:00+00:00

Algalia 30

26 de febrero de 1998

Mónica tocó con los nudillos en la puerta del baño.

—Ocupado —dijo una voz desde dentro.

—Ábreme, Iago.

Iago abrió la puerta del baño. Estaba en pijama, a punto de desnudarse para meterse en la ducha.

Mónica se metió dentro y echó el pestillo.

—¿Qué quieres? ¿Meterte en la ducha conmigo?

—No seas idiota. Necesito ayuda.

—¿Qué quieres? —dijo Iago sin rodeos. Sabía que con Mónica no cabía otra forma de trato.

—Necesito que Antía mantenga la boca cerrada y tú eres el único capaz de ayudarme a conseguirlo.

—No sé por qué lo dices.

—No te hagas el tonto. Sabes que hará todo lo que le pidas. Escúchame bien. Está a punto de montarse un gran escándalo. Si eso pasa, el programa Mentor se irá a la mierda. A mí no me contratará nadie. Y yo no sé cómo te vas a buscar la vida para seguir estudiando la carrera si te tienes que pagar un piso.

—¿Qué dices? —se alarmó Iago—. ¿Qué escándalo?

Mónica le contó a qué se dedicaba Vilaboi por las noches, obviando el hecho de que la habitación de Antía no era la única en la que entraba. Tenían que callarla. Tenían que conseguir silenciar el asunto. La convencerían de que era lo mejor para que Carlos no sufriese. Para ella, Carlos era lo más importante. «Junto contigo», concluyó Mónica.

—Lo que haga Vilaboi no tiene por qué afectarme a mí y, si le está haciendo eso a Antía, deberíamos denunciarlo —dijo él.

—¿No me has escuchado? Yo no quiero ser la chica del caso Vilaboi y tú necesitas que se mantenga el programa de pisos tutelados. Puede que no te afecte lo que haga Vilaboi, pero sí te afecta lo que haga Antía, sí. Está embarazada y los dos sabemos que no es de Héctor. Tú encárgate de que mantenga la boca cerrada y yo me encargaré de que no te joda la vida.

—Eso no es verdad. —Iago negó con la cabeza, intentando asimilar lo que Mónica le decía.

—Puedes negarlo todo lo que quieras, pero yo sé todo lo que pasa en esta casa —dijo Mónica—. Deberías hacerme caso y hacer exactamente lo que yo te ordene. Me quedan unos meses en este piso, me iré y me buscaré la vida y no voy a permitir que un escándalo me cierre un montón de puertas que me ha costado mucho abrir. Y lo mismo te pasa a ti. No puedes estudiar una carrera y cargar con un bebé. Antía es muy infantil en muchos aspectos, podremos persuadirla. Tenemos que deshacernos de ese niño y cerrarle la boca a ella.

Iago la miró y se limitó a asentir. Sintió que la deseaba más que nunca.

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