El heredero desconocido--La pasión no se olvida by Jules Bennett

autor:Jules Bennett
La lengua: spa
Format: epub
editor: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
publicado: 2015-07-21T00:00:00+00:00

Capítulo Dos

Luc apretó los puños. ¿En qué diablos estaba pensando al tocar a Kate así? Estaba loco por permitirse aunque solo fuera aquel breve placer.

La suave piel de Kate expuesta, invitándole en silencio, había terminado con su último jirón de voluntad. Y aunque odiara admitirlo, estaba demasiado exhausto emocionalmente como para pensar con claridad. Una parte de él solo quería alguien a quien usar como escape sexual, pero no podía utilizar a su asistente por muy tentado que se sintiera.

–Te has quemado. Parece que no has seguido tu propio consejo sobre la protección solar.

Kate alzó la barbilla en gesto desafiante y se puso en jarras, lo que motivó que se le pegara la tela del pareo al pecho. Aquella mujer le estaba matando lentamente, pero no podría salir nada bueno de aquel momento de debilidad, y perdería una asistente maravillosa porque no podría seguir trabajando para él. Y Kate tendría carnaza de sobra para alimentar a la prensa si se volvía contra él.

Así que debía mantener las manos alejadas de su asistente.

–Tal vez mañana podamos darnos crema el uno al otro –sugirió Kate con tono burlón–. Bueno, volviendo a la organización solidaria…

Luc no estaba dispuesto a volver al tema otra vez. Apoyaba financieramente a varias organizaciones, pero no estaba dispuesto a dar su tiempo. No le gustaba que los gobernantes utilizaran aquel tipo de oportunidades para publicitarse. Él no quería ser un rey así. Bueno, si llegaba a serlo.

–Primero tenemos que trazar un plan que me asegure la corona –le dijo a Kate–. Todo lo demás puede esperar.

Ella apretó los labios y asintió.

–Estás planeando algo –afirmó Luc entornando los ojos–. Más te vale decírmelo ahora.

–No estoy planeando nada –replicó Kate–. He estado pensando en lo del trono, pero todavía no se me ha ocurrido ninguna solución a largo plazo. Aparte de una boda rápida, por supuesto.

Kate se dio la vuelta para dirigirse a las puertas del patio, pero Luc le agarró el brazo para impedir que se marchara.

–¿Por qué es tan importante para ti esta organización en particular? –le preguntó–. Hablas de ello muy a menudo. Si me das el nombre, enviaré todo el dinero que me digas.

Los ojos de Kate se llenaron de una tristeza que Luc no le había visto nunca antes.

–No es dinero lo que quiero.

Se zafó de su mano y bajó por las escaleras en dirección a la playa. ¿No quería dinero? Seguro que cualquier organización podría beneficiarse de una buena suma.

Kate siempre le sorprendía cuando hablaba. Parecía disfrutar de un buen combate verbal tanto como él. Pero le molestaba que sacara siempre a colación aquella causa. Estaba claro que era algo importante y querido para ella y de lo que no quería hablar abiertamente. Kate llevaba un año trabajando para él, pero la conocía desde hacía más tiempo, aunque no frecuentaran los mismos círculos. ¿No confiaba en él lo suficiente como para hablarle con claridad de sus deseos?

Luc sacudió la cabeza mientras la veía caminar por la orilla. Luego alzó la vista y se dio cuenta de que las nubes se estaban oscureciendo.

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