Corazón hechizado by Lena Valenti

autor:Lena Valenti [Valenti, Lena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico, Fantástico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-10-07T00:00:00+00:00

Capítulo 12

No le había sido fácil volver a la vida. Oscuro trabajó para ella, sus raíces profundas se arrastraron por palacio hasta sujetar su corazón y volver a meterlo en su cuerpo abierto y maltratado por el vampiro. Y una vez en su pecho de nuevo, su magia procedió para devolverla a la vida.

Allí nadie podía matarla.

Yohanna abrió los ojos y se quedó sentada en el suelo, como un robot, buscando con sus ojos negros los trofeos que había conseguido apresar en su propio mundo. Pero allí no había nadie.

Había conseguido dar con la bruja de los fosos y la había enjaulado.

Había conseguido cazar a un lobo y lo había enjaulado.

Y un vampiro había entrado en su mundo, un vampiro que debía ser suyo, pero que otra bruja de pelo rojo y ojos verdes lo había hechizado antes.

Yohanna se tomaba aquello como una afrenta personal. Mientras se levantaba pensaba en todo lo ocurrido. Había sido una original la que hechizara a su vampiro. Era un poder descomunal el que lo había marcado.

Yohanna nunca había visto a las demás hermanas de Ceres, aunque sí las había oído hablar, así que no podía saber quién era quién.

Sin embargo, aunque ellos habían huido tenía de ellos lo único que necesitaba.

Aún algo mareada, arrastró los pies hasta su cuarto de los juguetes. El vampiro había estado ahí y se había llevado algo suyo.

Bien. Era una buena noticia.

Sacó un cuenco dorado y, ni corta ni perezosa, se metió los dedos en la boca y vomitó todo lo que tenía en el estómago en el cuenco. Solo tenía sangre de vampiro, que era lo último que había bebido. Se limpió los labios sanguinolentos con el antebrazo y se dirigió a la planta de arriba.

Allí, con aquella fuente dorada en una mano, hizo levitar la sangre que habían dejado la bruja y el lobo bajo sus jaulas en las que habían permanecido torturados un tiempo, y la mezcló con la del vampiro en la fuente.

Cerró los ojos y hundió el índice en la sangre. Se dibujó una rosa del Norte de los brujos en la frente, y después se llevó el índice a la boca, para saborear la mezcla de sangre de los tres Lilims.

Su magia era poderosa y funcionaría. No había estado encerrada tantísimo tiempo en Oscuro rascándose la panza y regodeándose en su autocomplacencia.

Oscuro la había formado y le había enseñado cómo encontrar debilidades en cárceles y en sistemas como aquel. Y aunque sus presas se habían escapado, ella no había perdido.

Tal vez no podría volver al foso de las brujas ni llevarse la llave esmeralda, pero sí podría salir de Oscuro. Y se le ocurrían muchas cosas por hacer en el exterior y muchos modos de conseguir sus propósitos.

Ni la Orden ni las brujas conocían a Yohanna.

Ni siquiera la Legión.

Y todos deberían tomar una decisión.

O estaban a sus pies, o estaban contra ella.

Sus ojos se tornaron blancos y visualizó el lugar exacto por el que el vampiro salió de Oscuro. Era una seta, una puerta que ella jamás había visto en su propio Reino.

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